Cuentacuentos: El arte de trasmitir historias de boca en boca.
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Cuentacuentos:m. y f. Persona que narra cuentos en público.
Según la RAE
Cuentacuentos: es un término, una profesión y un trabajo que no requiere mayor explicación a quien lo escucha.
Él, ella, ellas, ellos…, en definitiva, persona o personas que cuentan historias, leyendas, dichos, sucedidos, trabalenguas, mitos, cuentos…, propios o ajenos, utilizando como recurso su voz, el gesto, el movimiento y/o la música.
El cuentacuentos profesional es aquel que puede contar sus historias en cualquier lugar y para cualquier edad, en el patio de una escuela, en un hospital o en una prisión de alta seguridad, pasando por sitios más cómodos para hacerlo, y para un bebé o una persona de la tercera edad.
Cuentacuentos: es una palabra neutra que puede definir tanto a un narrador como a una narradora: el cuentacuentos, la cuentacuentos.
También se utiliza la palabra cuentacuentos para anunciar una sesión de cuentos en la programación de un espacio escénico ya sea para público adulto, adolescente, familiar o bebés.
Hay muchas formas de nombrar a nuestra profesión, pero la letra que hoy nos convoca es la C. Seguramente en otras notas hablaré sobre esto: La denominación de nuestra profesión, porque la manera en que nos nombramos o nos referimos a ella habla del valor y el compromiso que cada uno le otorga a este oficio tan antiguo pero aún vigente.
Te recuerdo: ¿Cómo será la propuesta?
Vamos a formar un diccionario definiendo palabras relacionadas a la narración oral, cada jueves escribiré una palabra en una publicación en Instagram @emilcebrusa y Facebook @EmilceNarradora donde los seguidores pueden escribir sus saberes, pareceres, decires , definiciones. Dejaré por una semana la palabra en las redes sociales para darles tiempo al que quiera participar que piense y elabore su propia definición y a la semana siguiente colocaré la nueva palabra siguiendo el orden alfabético. Mientras tanto en el blog haré cada semana una nota con sus decires, y también agregaré reflexiones desprendidas de diferentes fuentes bibliográficas para seguir reflexionando y ampliando sobre el tema / palabra planteada en la semana.
¡Hasta la semana que viene! Seguimos en orden alfabético y la letra será la D.
La narración oral es comunicación transformada en arte, pero al mismo tiempo, conserva todos los recursos expresivos que manejamos en la comunicación cotidiana.
El ser humano tiene dos formas fundamentales para comunicarse y expresarse: la voz y el cuerpo. Como ya he comentado en anteriores entradas, una buena voz es vital para un narrador y hay que cuidarla. Pero el cuerpo tiene también su propio lenguaje, un lenguaje no verbal que se puede expresar mediante gestos, movimientos, la mirada y el desplazamiento por el espacio escénico. Todos ellos deben ser, sin duda alguna, coherentes con lo que expresamos verbalmente.
La ciencia que estudia el lenguaje corporal se conoce como: Kinésica o Quinésica y lo que hace es estudiar el significado expresivo o comunicativo de los gestos y movimientos corporales.
Para un buen narrador es de vital importancia ser consciente de cuánto puede llegar a transmitir un simple gesto, una sencilla postura o un mínimo movimiento.
Todo el cuerpo habla, pero para la narración oral hay tres partes del cuerpo que tienen una gran relevancia: las manos, los ojos y el rostro.
a) Las manos: Las manos juegan un papel muy importante en las comunicaciones. Su movimiento está estrechamente ligado a las emociones. Cuando alguien desea enfatizar sus palabras, realizará movimientos más amplios o intencionados.
b) Los ojos: De todas las partes del cuerpo humano que se emplean para transmitir información, los ojos son los más importantes ya que pueden reflejar matices más sutiles.
c) El rostro: Con los movimientos de la cara podemos manifestar diferentes tipos de emociones.
A continuación les dejo a modo de resumen, varios factores a tener en cuenta que nos pueden ayudar a propiciar una buena comunicación con nuestro auditorio y una conexión inmediata.
1. Evitar parpadear constantemente, puesto que denotaría nerviosismo e inseguridad. 2. Tratar de que nuestra mirada sea directa, establecer contacto visual con nuestros oyentes. 3. Mantener siempre una posición adecuada, evitando los movimientos bruscos. 4. Controlar el movimientos de nuestras manos, utilizándolas solamente cuando la narración así lo requiera, manteniéndolas siempre visibles.
Anímate a explorar las posibilidades de tu cuerpo a través de la expresión corporal, ya que cuenta igual o quizá un poquito más que el lenguaje verbal. Examina cada parte para incluir en tus narraciones al lenguaje corporal y aprovéchalos al contar cuentos.
Vamos a formar un diccionario definiendo palabras relacionadas a la narración oral, cada jueves escribiré una palabra en una publicación en Instagram @emilcebrusa y Facebook @EmilceNarradora donde los seguidores pueden escribir sus saberes, pareceres, decires , definiciones. Dejaré por una semana la palabra en las redes sociales para darles tiempo al que quiera participar que piense y elabore su propia definición y a la semana siguiente colocaré la nueva palabra siguiendo el orden alfabético. Mientras tanto en el blog haré cada semana una nota con sus decires, y también agregaré reflexiones desprendidas de diferentes fuentes bibliográficas para seguir reflexionando y ampliando sobre el tema / palabra planteada en la semana.
Biblioteca: Dícese del espacio donde conviven un sin fin de historias, escondidas en páginas que esperan ser leídas, en voz baja, en voz alta, acompañados o en soledad. Las hay de distintos tamaños, colores y olores, también públicas, populares y escolares.
Caja fuerte literaria. Dícese del lugar físico en donde duermen todas las historias aún no narradas.
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Biblioteca: f. Institución cuya finalidad consiste en la adquisición, conservación, estudio y exposición de libros y documentos.
Según la RAE
Creo que esta definición está incompleta, ya que falta el registro de las palabras, del encuentro con los cuentos contados a viva voz. Bueno… es verdad que sería muy difícil de catalogar, esta claro. Pero existen dentro de las bibliotecas diversos proyectos que propician los Encuentros de palabra, en Buenos Aires, Argentina, donde vivo.
Aclaro que con la llegada del Covid_19 muchas tuvieron que cerrar sus puertas pero abrieron ventanas a través de las plataformas de redes sociales y Zoom, ofreciendo diversas acciones para no perder el vínculo con sus usuarios y acompañando en ese tremendo momento de aislamiento. De a poco se va volviendo, con todas las medidas sanitarias y protocolos adecuados para cada situación.
Encuentros de palabras en las bibliotecas
Son muchos los proyectos que se llevan a cabo en la Provincia de Buenos Aires en Argentina, aquí una pequeña selección con el fin de darlos a conocer y compartir algunas de sus actividades relevantes donde la narración oral está al servicio de los usuarios.
En cada una se perfilan nuevas facetas del papel de las bibliotecas como ser: provocar y acompañar las travesías por la cultura oral y escrita, alentar a enfrentar nuevos retos que se plantean al leer, brindarles seguridad, uso de soportes digitales, ayudar cuando la necesiten, ofrecer y recomendar libros, hacerles conocer otros mundos diferentes del de su vida cotidiana. Los lectores entablan relaciones afectuosas mientras tejen lazos con y entre las historias leídas o narradas. Salen al exterior o abren puertas para dejar paso a las palabras, los cuentos.
Invitar a participar en diferentes actividades de las bibliotecas, realizar propuestas que llevan a compartir, introducir novedades hace que veamos cómo se va conformando el espacio, un espacio que va conquistando nuevos adeptos. Una aventura extraordinaria.
Pero conozco bibliotecas donde han realizado la recolección de palabras vivas a través de grabaciones de diferentes referentes de su cuidad, contando la historia de su vida en relación a las instituciones donde han trabajado, formando así la videoteca y fonoteca. Es el caso de la
Biblioteca Popular y Municipal Manuel Vilardiaga de Ayacucho. Bs. As.
Su objetivo es promover el rescate, comprensión, difusión y defensa de la cultura nacional y autóctona, para la afirmación de la identidad cultural y el conocimiento y respeto de otras culturas. Realizan encuentros con destacados escritores y narradores profesionales, presentación de libros de escritores locales y regionales, recitales de poesía y la proyección de películas. Desde hace varios años, se está conformando el Archivo de la Palabra. Una colección audiovisual que actualmente está integrada por 62 videos, que constituye un verdadero archivo documental de la historia del pueblo.
Biblioteca Pública de la Universidad Nacional de La Plata
La Biblioteca Pública tiene un rol emergente en la sociedad del conocimiento. Es un espacio facilitador y generador de servicios informacionales adecuados a las necesidades generales, específicas y de recreación de los usuarios. Es parte activa en la alfabetización de usuarios, capacitándolos en el uso de nuevas tecnologías informacionales. Es un espacio abierto a todas las expresiones culturales. En ciertas fechas la sala parlante se abre para todo el público que desee participar de las Noches en la Biblioteca, Cuentos maravillosos, Cuentos al calor del hogar y muchos más. Hasta el horario habitual se modifica, para estos eventos. Es un espacio creado para todos, para la diversidad, los cuentos se narran en parejas de narradores: un narrador oral para oyentes y un narrador en lenguaje de señas para sordos.
Del otro lado del árbol es mucho más que una biblioteca: es un espacio social y cultural, un colectivo de locos soñadores, un espacio público recuperado y, por sobre todas las cosas, un lugar de defensa de derechos de los niños. El espacio nació en La Plata, el 2 de abril de 2011, fruto del amor entre una mamá y su hija, Paula y Pilar. Un año antes, Pilar iba a la última sala del jardín, estaba aprendiendo a leer, le gustaba jugar en la plaza, escuchar cuentos y dibujar. Fue entonces cuando le descubrieron una grave enfermedad. Pese a la enorme fortaleza y a su incansable lucha, Pilar voló hacia el sol y la luna el 12 de enero de 2011.
En medio del dolor, Paula, junto a familiares y amigos, empezó a trabajar para darle forma al sueño de Pilar. Esta hermosa biblioteca dentro del Parque Saavedra, en la cuidad de La Plata, Buenos Aires, Argentina.
Un momento muy esperado por los chicos cada sábado es el de los narradores que al caer la tarde llenan de cuentos e historias la biblioteca. Un buen número de abuelos cuentacuentos, narradores sociales, grupos de narración oral, docentes o simplemente madres y padres se han dado cita con sus historias y relatos para maravillar a grandes y chicos. La magia de los cuentos sumados al encanto de la Biblioteca conforman un clima ideal para sentarse en los sillones y almohadones a compartir un viaje por el mundo de los sueños y la fantasía.
Biblioteca Ambulante del Hospital de Niños-La Plata.
La Biblioteca Ambulante del Hospital de Niños ¡y Niñas! Sor María Ludovica de La Plata funciona desde abril del año 2010 en las instalaciones de uno de los centros de atención de salud para agudos más grandes de la República Argentina.
El 6 de Noviembre de 2018 se llevó a cabo el 1er Encuentro Infancia Arte Salud Comunidad. Y continúo hasta que llegó la pandemia.
La invasión del ARTE recorriendo pasillos, patios, salas de espera y salas de internación, no sólo generó sonrisas y complicidades, generó SALUD. Como bien lo ilustró una mamá de Neonatología: «Esto es sanador». Además se llevan narraciones los jueves en la sala de diálisis, por las distintas salas y pasillos. Y comenzó a funcionar en el horario nocturno.
Bibliotecas Escolares. Proyecto Bibliotecas Paseanderas de Gral. Madariaga. Bs. As.
El proyecto inició en 2007 en el marco de los festejos del Centenario de la Ciudad. Los libros salen de las bibliotecas y van a toda la comunidad, de la mano de un bibliotecario-animador, desde un encuadre socializador. Los bibliotecarios escolares se proponen desarrollar una relación profunda con las historias en un lugar diferente del aula. Por tal motivo en la fecha determinada, todas las bibliotecas escolares de la ciudad se encuentras en la Plaza San Martín a la espera de los alumnos de 1° ciclo del Distrito. El último año, antes de la pandemia, el lugar de encuentro fue el ámbito rural con igual dinámica.
Seguro que debe haber muchas otras bibliotecas que dejan entrar las palabras, los cuentos, puedes contarme escribiendo en los comentarios, me gustará leerte, pero hasta aquí dejamos por ahora. Te invito a que sigas pensando en esta palabra: Biblioteca. Porque también es verdad que allí encontraremos todos esos libros llenos de cuentos y de historias que podían salir luego de leerlos por tu boca.
¡Hasta la semana que viene! Seguimos en orden alfabético y la letra será la C.
Vamos a formar un diccionario definiendo palabras relacionadas a la narración oral, cada jueves escribiré una palabra en una publicación en Instagram @emilcebrusa y Facebook @EmilceNarradora donde los seguidores pueden escribir sus saberes, pareceres, decires , definiciones. Dejaré por una semana la palabra en las redes sociales para darles tiempo al que quiera participar que piense y elabore su propia definición y a la semana siguiente colocaré la nueva palabra siguiendo el orden alfabético. Mientras tanto en el blog haré cada semana una nota con sus decires, y también agregaré reflexiones desprendidas de diferentes fuentes bibliográficas para seguir reflexionando y ampliando sobre el tema / palabra planteada en la semana.
ADAPTAR hacer que, lo mismo, a todos, nos quede cómodo, respetando nuestras características
Gracias por sus palabras y dedicar un tiempo al escribirlas y compartirlas. Gracias por sumarse a esta propuesta de construir y pensar juntos sobre nuestro oficio.
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Adaptar es “modificar una obra literaria (…) para que pueda difundirse entre público distinto de aquel al cual iba destinada o darle una forma diferente de la original.”
Según la RAE
Pero ¿hasta dónde se puede modificar la obra? Adaptar es una tarea de cuidado: es parte del proceso de oralización, modificando el texto para ser contado, pero nunca empobreciéndolo al quitarle aquello que nos atrajo de él en primer lugar. Nuestro público nunca es tan diferente de aquel al cual la obra iba destinada.
Cuando elegimos un texto para narrar, ya sea un cuento popular o un texto de autor, tenemos que adaptarlo a la oralidad. Esto es necesario para establecer un buen vínculo con el público y mantener su atención minuto a minuto con una historia clara, de fácil comprensión y dinámica.
Clases de adaptaciones:
Clásica: respeta el orden del texto, sus giros, sus tiempos, sus personajes;
Estilizante: respeta los núcleos centrales con algunas modificaciones;
Transgresora: le otorga al texto el signo contrario (por ej.: de tragedia a comedia; de la defensa de un valor a su condena);
Libre: el texto es un pretexto para contar una historia que poco o nada tiene que ver con el original.
A la hora de elegir, es mejor y más fácil contar una historia en la que el narrador se enamora de lo que sucede en ella, que una en la que se enamora de la forma en que está escrita. Así será más sencillo apropiarse de un relato ajeno y pasarlo por la experiencia personal.
Algunas sugerencias:
Tratemos de registrar qué es lo que nos resultó atractivo del cuento elegido, de rescatar emociones, objetos, lugares, que den textura, olor y sabor a la historia.
Toda historia tiene acción. El protagonista la realiza. Los otros personajes son ayudantes u oponentes. Cuando esos personajes son muchos, distingamos los prescindibles de los imprescindibles.
Los núcleos de acción narrativa son grandes pulsos que hacen avanzar el relato. Hay que distinguir los que son irrenunciables, ordenarlos y remarcarlos. Podemos omitir información para agilizar la acción, abreviar descripciones, reemplazar texto por gesto.
Recordemos también que hay muchos autores con un estilo propio bien marcado e inconfundible. En esos casos conviene rescatar algunas frases textuales que nos hayan encantado. Nadie dudará entonces de que se trata de un cuento de tal o cual autor y la historia conmoverá al espectador como nos conmovió al leerla.
No hay un método único para adaptar un texto a la oralidad. Cada narrador debe encontrar su propio sistema.
Por una cuestión de respeto al público que nos escucha, debemos dejar claro a nuestros oyentes qué es y de quién es lo que estamos narrando, ya se trate de una adaptación o de una versión propia o de otro narrador (a quien ya le habremos pedido su autorización).
Ahora les comparto un texto que me llegó en mis comienzos de formación de la mano del Maestro Claudio Ledesma.
El texto escrito, ¿es un texto sagrado?
Por Gustavo Roldan
Si hasta las palabras del buen Dios se interpretan de distintas maneras, quién puede hablar de la sacralización de un texto. No, por supuesto, nada es sagrado, pero eso no quiero decir que un texto pueda ser cambiado caprichosa y arbitrariamente.
El principio de cualquier traslación de un lenguaje a otro es el Cambio. Se modifica un texto para ser llevado al cine o al teatro, o para contarlo. Eso es imperioso y necesario. Pero, ¿qué se modifica? Por qué aquí esta el problema: “Hay que cambiar para que todo siga igual”.
Esta vez damos vuelta el sentido de la brillante y perversa frase del Gatopardo, que predica cómo impedir los cambios sociales. Sí, el texto puede y debe ser cambiado – traducido a otro lenguaje- para que siga diciendo lo mismo. Esto significa cosas muy concretas. Repito: para que siga diciendo lo mismo. Lo que en buen romance quiere decir que lo cambiable es el lenguaje para adecuarlo a otro tipo de manifestación. No en el sentido –espíritu, fondo, mensaje, etc. –
De alguna manera contar un cuento –cuándo se puede, porque algunos se empeñan en ser leídos- es volverlo a su faz original, al estado primigenio de una historia, devolviéndole la música de las palabras, el manejo de los silencios, la gestualidad del rostro y de las manos. Nada más pausible y beneficioso para la literatura que proveerla de esos elementos que se pierden con la escritura.
Muchas, muchísimos siglos, entendieron que leer era leer en voz alta. Después nos fuimos olvidando mientras aprendíamos a leer en silencio y allí, seguramente por una falta de práctica, se nos fue desafinando el oído, hasta llegar a creer que con los ojos ya alcanzaba.
Nada más falso. La literatura es una música que debe ser escuchada.
Entonces la respuesta es muy simple: los textos escritos no son sagrados. Es más, están esperando –de nuevo, cuando se puede- que un contador de cuentos lo haga funcionar en plenitud, devolviéndoles lo que una necesidad práctica les hizo perder.
Pero la pregunta inicial, como todas las preguntas, puede tener múltiples significados.
Depende de quién las haga y a quienes las haga. Puede querer decir, por ejemplo, si el contador de cuentos tiene derecho a modificar la historia –a darle un final feliz cuando no lo tiene, a cambiarle la ideología, es decir, a cambiar el cuento-. No, no lo tiene. En ese caso está contando otro cuento. Y para eso, lo mejor es que elija ese otro cuento que quiere contar. En ese caso es una arbitrariedad y una falta de respeto y hasta una infracción a las leyes. Cualquiera sabe –cualquiera que quiera saber- que los derechos legales de un autor lo protegen de toda modificación que se haga de su obra.
Las obras no son sagradas, pero esto es una pregunta extremada y con un sentido que pone al autor entre la espada y la pared. Y estar entre la espada y la pared –siempre- le pone a uno los pelos de punta, y casi, que lo invita a hacerse a un lado.
Hay mucho más material sobre el tema, pero hasta aquí dejamos por ahora. Te invito a que sigas pensando en esta palabra: ADAPTAR cada vez que llegue a tus manos o a tus orejas; ese cuenta que te encuentra, que te invita a ser contado.
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¡Hasta la semana que viene! Seguimos en orden alfabético y la letra será la B.
Esta tradicional celebración hispanoamericana tiene una doble raíz, mesoamericana y europea, y está dedicada a honrar a los ancestros difuntos. La celebración indígena del Día de Muertos, por lo general, se lleva a cabo a finales de octubre (del 25 al 30) y principios de noviembre (del 1 al 3). La fecha de inicio de estas celebraciones varía según las tradiciones o costumbres de cada región, coincidiendo con las conmemoraciones católicas de Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos. En el imaginario colectivo, la celebración anual destinada a los muertos representa un momento privilegiado de encuentro no sólo de las personas con sus antepasados, sino también entre las y los integrantes de la propia comunidad, algo que, desde hace siglos, ha permanecido. En 2003 la UNESCO declaró al Día de Muertos como Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. Hay muchas leyendas e historias sobre este tema, hoy les hablaré de la conocida leyenda de La llorona.
Leyenda de La Llorona
Desde el México colonial y hasta ahora, la Llorona hace referencia a una leyenda que tiene como protagonista a una mujer de cabello largo que, vestida de blanco, se aparece de noche, a veces en las encrucijadas de los caminos, llamando con desgarradores llantos y lamentos a sus hijos.
La llorona
La Llorona es, sin dudas, una de las leyendas con más fuerza en México. Se asocia más fuertemente con la cultura mexica, pues su aparición está relacionada con los presagios funestos anunciaron la llegada de los españoles al México antiguo, algo sobre lo que te contaré más adelante.
Sin embargo, La Llorona cuenta con paralelismos lejos del Valle de Anahuac. Existen deidades mayas, zapotecas y purépechas con características muy similares a la Cihuacóatl —la diosa a la que se asocia el mito en territorios nahuas—.
El mejor ejemplo de esto es la Xtabay, un espíritu femenino que acecha a los hombres en los caminos de la península de Yucatán y que tiene raíces en el panteón de los dioses mayas. Hay que tener en cuenta que aunque personajes como la Xtabay tienen raíces en la cosmogonía de las antiguas culturas mesoamericanas, la conversión de la Llorona a leyenda popular no se dio sino hasta la época colonial.
La leyenda de la Llorona como se conoce hoy en día —un alma en pena que deambula por las calles buscando a sus hijos— tiene su origen en el México de mediados del siglo XVI. Muchos cronistas de la época relatan la historia de una mujer que recorría las calles de la ciudad al caer la noche, siempre vestida de blanco y con un velo cubriéndole el rostro.
Su andar era marcado por los lastimosos gritos que lanzaba al aire en busca de sus hijos. La Llorona peregrinaba cada noche por calles distintas, pero cuentan que sus andares la llevaban invariablemente a cruzar la Plaza Mayor —el actual Zócalo— con rumbo al oriente de la ciudad. Más allá de la plaza era donde la fantasmal figura se perdía al hundirse en los resquicios del lago que aún se extendían por la zona central de la ciudad.
Sin embargo, los antecedentes de este personaje son mucho más antiguos, tanto que se pierden en los mitos prehispánicos y se fundan en diversas representaciones de diosas madres como Cihuacóatl, Coatlicue o Tonantzin.
Cihuacóatl empezó a aparecer en el lago de Texcoco alrededor del año 1500. Los sacerdotes diestros en la astrología interpretaron su presencia como una premonición de los próximos sucesos que habrían de acontecerle a los mexicas. La muerte, la guerra y la esclavitud, Moctezuma temía lo peor. Los sacerdotes decían que Cihuacoatl había salido de las aguas y bajado de la montaña para prevenir de la suerte que correrían los mexicas.
Subían siempre a lo alto del templo y podían ver hacia el oriente una figura blanca, con el pelo peinado de tal modo que parecía llevar en la frente dos pequeños cornezuelos, arrastrando o flotando una cauda de tela tan vaporosa que se ondulaba con el viento y con su desgarrador grito:
¡Ayyy mis hiiijooooooosss! ¿Dónde los llevaré para que escapen de tan funesto destino?
Los sacerdotes interpretaron después de la conquista esta leyenda como una advertencia por la pronta destrucción del imperio mexica: aquella fantasmal aparición que llenaba de terror a las gentes de la gran Tenochtitlán era la misma Cihuacoatl anunciándole a Moctezuma de la destrucción del imperio. Fray Bernardino de Sahagún también se refiere a esto en su “Historia General de la Historia de la Nueva España” (también llamada Códice Florentino), y es citado por Miguel León Portilla en “La visión de los vencidos”:
Hombres extraños y más sabios y más antiguos que nosotros vendrán por el Oriente y sojuzgarán a tu pueblo y a ti mismo, y tú y los tuyos serán de muchos lloros y grandes penas y que tu raza desaparecerá devorada y nuestros dioses humillados por otros dioses más poderosos. ¿Dioses más poderosos que nuestro Dios Huitzilopochtli, y que el Gran Destructor Tezcatlipoca y que nuestros formidables dioses de la guerra y de la sangre? – preguntó Moctezuma bajando la cabeza con temor y humildad. Así lo dicen las predicciones, por eso la Cihuacoatl vaga por el Anáhuac lanzando lloros y arrastrando penas, gritando para que oigan quienes sepan oír, las desdichas que han de llegar muy pronto al Imperio.
Aquellos hombres de Oriente eran los españoles dirigidos por Hernán Cortés, y sometida la gran Tenochtitlán y con la caída de todos los pueblos, sufrieron las atrocidades de los invasores. Epidemias, hombres asesinados, mujeres violadas, y sus dioses olvidados… a excepción de Cihuacoatl (La llorona).
De esta forma empieza la leyenda. Se dice que al campanazo de las doce, una mujer vestida de blanco y con la faz cubierta por un velo ligerísimo se aproxima por el oeste. Va de una calle a otra. Unos dicen que flota; otros, que no tiene rostro. Lo único que se escucha es el quejido de “¡Ay, mis hijos!”.
Cihuacóatl muestra tres aspectos característicos:
Los gritos y lamentos por la noche.
La presencia del agua, pues tanto Aztlán como la gran Tenochtitlan estaban cercados por ella -con lo que ambos sitios estaban conectados no sólo por coincidencias físicas, sino también míticas-.
Y ser la patrona de las cihuateteo que de noche vocean y braman en el aire. Estas son las mujeres muertas en parto, que bajan a la tierra en ciertos días dedicados a ellas en el calendario, a espantar en las encrucijadas de los caminos y son fatales a los niños.