Cuentan que el zorro… es de los personajes más populares y aparece en muchos cuentos como el “pícaro”.
En ciertos cuentos nos hemos acostumbrado a entregar ciertos atributos humanos a seres que, o son inanimados o no son humanos. Tal como ya lo hicimos alguna vez con los dioses, los animales han recibido por nuestra parte una serie de atributos que asociamos a la naturaleza humana. Así podemos ver asociar la lealtad a los perros, la sabiduría en los búhos, o la locura a las cabras. Desde tiempos pretéritos, los animales han formado parte de este escenario de seres a veces considerados mágicos, otras veces malévolos, y otros como anuncios de buena suerte.
El zorro tiene una fama ambigua. Por siglos se lo ha considerado como un animal inteligente y escurridizo y, que gracias a esa misma ágil astucia, es poco confiable. Basta recordar las fábulas de Esopo con su Zorro y las uvas o El zorro y la cigüeña para darnos cuenta de cómo identificamos a este animal desde nuestra niñez. Un zorro que es capaz de mentir y adular con tal de conseguir lo que quiere, es un verdadero estratega a la hora de lograr un objetivo. El mismo Nicolás Maquiavelo lo menciona en su afamado El Príncipe: «Hay que ser zorro para conocer las trampas y león para espantar a los lobos», aludiendo a la astucia de este animal.
Kitsune, en Japón, significa zorro y representa a un espíritu del bosque, al igual que lo hace en la cultura celta anglosajona. Es un cuidador de ese espacio y quien mejor lo conoce por lo que es fácil entender que se mueve con agilidad entre sus recovecos, aludiendo así a su actitud huidiza y esquiva. En la mitología japonesa, el zorro es percibido como un ser inteligente y sabio, poderoso a medida que envejece y con una habilidad mágica que le permite converstirse en un anciano, emular a una persona en particular, pero por sobre todo parecer una bella y joven mujer, engañandor más que nada por diversión, como una travesura pues su labor esencial es la de cuidador.
En la mitología celta, el zorro es un guardián, un guía de los espíritus del bosque. Los zorros han simbolizado en el folclore occidenteal la astucia, el ingenio y muchas veces el engaño; esa habilidad de observar al otro y preveer sus moviemientos, siempre sin ser vistos ni advertidos. Por ejemplo, en la cultura finlandesa los zorros personificaban el triunfo de la inteligencia por sobre la maldad y la fuerzaordica, el zorro se relaciona con el mito de las auroras boreales, aia por sobre la maldad y la fuerza abruta, no considerándolos bruta, no considerándolos animales malvados, sino ingeniosos y astutos; por su parte los nórdicos ven al zorro en relación con el mito de las auroras boreales, donde se cuenta que un zorro al cruzar las mesetas árticas va iluminando el cielo con el destello que se desprenden de su cola, mientras se arremolina la nieve, como pequeñas chispitas como si fueran luciérnagas.
En Latinoamérica hay múltiples leyendas que tiene al zorro como animal protagonista, entre ellos la mapuche El zorro y la perdiz, donde el zorro es parte del mito de la creación, subrayando las características favorables de la astucia y prudencia.
Volviendo a la literatura, el Roman de Renart es otro clásico libro que tiene como protagonista a un zorro. Es más, se hizo tan popular desde su creación en los siglos XII y XIII, que en francés renard -nombre del personaje- pasó a convertirse en la palabra zorro, en vez de la antigua palabra en latín goupil. Este conjunto de poemas en francés fue escrito como una epopeya por distintos autores en un largo periodo de tiempo y donde existían otros animales, y que juntos parodiaban la épica y la novela cortés, todo ambientado en una sociedad animal que imita a la humana.
Beatrix Potter (1866-1943), autora inglesa creadora de El conejo Pedro o La oca Carlota, tiene como figura al señor Tod, un zorro elegantemente vestido que, en El cuento Jemima Pata de Charco,engaña con sus encantos a la confiada Jemina. En Pinocho, del italiano Carlo Collodi (1826-1890), el zorro es un personaje que aparece tentando al pequeño niño de madera en su camino a la escuela, engañándolo y promoviendo en él una serie de malos hábitos, reforzando la personificiación de lo embaucador del animal en la literatura.
El francés Antoine de Saint-Exupery (1900-1943) refresca la imagen del zorro en su afamado El Principito (1943), dejando de lado la mala fama y haciendo énfasis en el carácter indomable de su naturaleza, pero a la vez pidiendo en alguna medida la domesticación, es decir, la creación de un lazo afectivo que una al Principito y al zorro.
El zorro de Superzorro (Alfaguara, 2002) de Roald Dahl (1916-1990) es quizás el mejor ejemplo de un cambio en la mirada del personaje del zorro. En donde se veían características negativas, Dahl implanta su reverso positivo. Siempre elegante y audaz, el fantástico señor Fox es una nueva mirada a la figura simbólica de este animal, resignificando su legado en la literatura infantil; y de cómo percibimos a este animal colorado en su solitaria y escurridiza forma de vida y de superviviencia.
El zorro, animal que provoca y subvierte el orden con sus bromas y engaños sin maldad pero con astucia y que se mueve entre las sombras, es poseedor de sabiduría y magia. Sigiloso vive en el bosque, su espacio por excelencia y que bien conoce y usa en su beneficio, siempre mutando y guiando a otros hacia nuevos encuentros. El zorro es de alguna forma entonces un recordatorio del constante cambio en que se vive en la naturaleza, inherente al ser humano con todo lo misterioso y oculto que aún habita en ella. Así como señala el antropólogo Joseph Campbell.
El zorro es uno de los animales sagrados, que como figura ha sido recurrente en la historia y aparece como un trickster, un arquetipo, cuyas travesuras son de origen divino y que ponen de cabeza todo el mundo para que este se mueva y se transforme, siempre en una dinámica de continuo movimiento, de continuo fluir, como el paso de las estaciones y como la vida misma.
Cristina Welch y su nieta de tres años, Candelaria nos regalan este hermoso cuento desde Macachín, La Pampa. Argentina. Cuento: Mi día de suerte de Keiko Kasza. https://www.youtube.com/watch?v=4ruVVvODld4
La Adolfina nos regala este cuento desde la Provincia de Salta, Argentina. Cuento: El zorro y el quirquincho. Cuento popular argentino. https://www.youtube.com/watch?v=-vrPRhzILhI
Griselda Beatriz Di Marcantonio nos regala este cuento desde la cuidad de La Plata, Provincia de buenos Aires, Argentina, cuento: El zorro y el quirquincho. Una bella versión del cuento popular argentino. https://youtu.be/XB3fpt4kORU
Miriam Simcovich nos regala este cuento desde Buenos Aires, Argentina, cuento: Porqué los perros se huelen la cola. Cuento de tradición oral donde el zorro mete también su cola. https://youtu.be/uaNPw-BVJ18
Cuentos en pantallas – ¿Qué opinan los narradores?
Seguimos atravesando la pandemia. Como es sabido el Covid_19 ha detenido las funciones de cuentos en teatros, bibliotecas, aulas, ferias, plazas y muchos otros escenarios donde nos encontrábamos a contar cuentos a diferentes públicos. Pero la voz de los narradores no se detuvieron porque han aparecido a través de las pantallas. Para conocer sus cambios y vivencias, realicé una pregunta en mis redes sociales, donde algunos narradores han respondido desde diferentes partes del mundo, como Cuba, México, Perú, Chile,Argentina, España. Muy agradecida, aquí sus aportes:
Escribiendo nuevas notas. Por ello necesito de la voz de los narradores. ¿Te hago una pregunta?: ¿Cuál es tu dificultad al narrar frente a una cámara?
Catherine Piedra d la CruzMi dificultad principal es que la cámara impresiona, me pongo muy nerviosa, solo pasado unos minutos me voy relajando y voy tomando calma. La respiración se va haciendo más lenta y es cuando aprovecho y el cuento sale de un tirón. Lo bueno que tiene es que puedes grabar varias veces, hasta que sientas que quedó como deseas.No me gusta mucho pues no tienes contacto visual con el público, no interrelacionas, la retroalimentación que completa el ciclo en el proceso de comunicación, no existe, pero trato de hacerlo lo más ameno posible e imagino que tengo un público delante. Eso ayuda a que el cuento salga natural.Pero en estos momentos es la forma que tenemos para que los cuentos viajen a donde los lleve el viento y lleguen al corazón de miles de personas.
Hena Carolina Narradora OralTener el equipo que me facilite las cosas, fluir como si tuviera al público enfrente en ese momento, ser auténtica y lograr un escenario que me permita sentir intimidad.
Elsa LeibovichDepende, una cosa es filmar un cuento con el celular o la cámara de la computadora (en general se trata de algo de pocos minutos, requiere precisión, tiempo ajustado y tiene la frialdad de que la devolución (si la hay) llega cuando el video se publica en las redes. Otra cosa es la cámara de un zoom, porque en ese caso sale «en vivo», el espectáculo fluye igual que en un teatro, un bar, un centro cultural, etcétera, y si bien no se ve a la gente en el momento de la narración (en un teatro con las luces tampoco) se intuye su presencia y al final del cuento, si así está pautado, se recibe el cálido aplauso, o eso ocurre al final del espectáculo. Además la gente se comunica a través del chat que generalmente tienen los soportes en que se está transmitiendo, razón por la cual, existe una devolución inmediata. Son nuevas formas de comunicación. Seguramente los griegos se hubieran espantado si desde sus coturnos y máscaras les hubieran dicho que el teatro sería en un lugar cerrado, con luces eléctricas(?) y también hecho por mujeres, ni hablar de los sacerdotes de la Edad Media cuando representaban en las iglesias la vida de Cristo. Es decir, los tiempos cambian, con ellos los soportes, las formas de comunicación y quienes «subimos a un escenario» sea este real o virtual, vamos adaptando las maneras de encarar la puesta. Espero te sirva mi modesto aporte.
Danila LeclercqSe me dificulta no tener la mirada del público… además no sé bien dónde mirar y no me gusta cómo me veo narrando, así lo haga muchas veces…
Cosme Nicolas GonzalezEmilce, para mi es fundamental el ida y vuelta. La mirada cómplice del otro, los ojos que brillan de emoción, la risa, la cara de enojo, de complicidad.Aún con una sala a oscuras, se siente el calor o el frio del público.Muchas veces los reflectores te enceguecen, pero te repito, yo igual lo siento y para mi es muy importante. Poco a poco me voy soltando pero me resulta muy difícil, muchas veces me pierdo en el cuento. No hice hasta ahora zoom, el primero lo voy a realizar el lunes. Después te cuento.
Olga RomeroPrincipalmente la conexión con el otro me costó bastante además me di cuenta q gesticuló y abro demasiado mis ojos.
Gloria ArgañarazMi dificultad es la tentación de dejar de mirar la cámara para buscar el rostro de ese público presencial que ahora no tenemos.
Mireya Leal IsidaHola Emilce…lo que he estado haciendo es imaginar que detrás de la pantalla hay alguien que me escucha, enfoco mi mirada a a ese «alguien». Aunque me falta sentir la reacción del público presente desde que ensayo mis cuentos me concentro pensando que se los estoy contando a «alguien». Eso es lo que me ha funcionado…me auto cargo de energía cuando estoy preparándome para grabar el vídeo. Saludos.
En nuestro primer Foro Teórico @gonzalez_vigue habló del cómo se logra híbrida las artes y las dificultades de los narradores al grabarse… Todas las dificultades están hasta que conocemos el lenguaje del mundo audiovisual… Casi siempre se cometen errores como utilizar la cámara selfie en modo espejo, y que las letras salgan al revés, o que se grabé todo en un solo plano… La otra dificultad de los narradores es creer que el público no está presente, o que no hay interacción, la hay pero de manera distinta, en el mundo virtual todo funciona en tiempos y modos distintos… La mejor forma de que las dificultades se superen, es experimentar.
Karely OchoaNarrar en un acto conjunto, narras con la complicidad del público, esa que encuentras en la mirada, en los gestos, en las expresiones, son como una brújula y un termómetro que ahora es casi ausente.
Viviana Silvia ChaparroLa falta de registro emotivo respirable en el aire que devuelve el público. Debo optar para no salirme de escena entre seguir o, de reojo, pispear y correr el riesgo de salirme para constatar «sí, están ahí, somos un todo» o » salvataje».
Blanca Luz Martìnez ReyesAjustarse a los tiempos, el cuento tiene su ritmo y tiempo, el cual no siempre es el mismo.
Berzos Con FloresMmmm… Pues además de lo obvio como la necesidad de la mirada del público, etc… el hecho de mirar a la cámara pero sólo lo necesario para dirigir la mirada pero sin quedar atrapada en la imagen de uno mismo, es decir, al inicio me preocupaba mucho cómo me veía yo y hay que ir haciendo un trabajo de separación de la imagen propia con la imagen que se quiere transmitir con el cuento que estas eligiendo compartir.Cuando estas en persona no te miras, miras al otro, sientes a quien te escucha y ahora hay que hacer un esfuerzo por imaginar a esos a quienes te diriges y eso solo se logra si trabajas bien el cuento, si te compenetras con el, si sientes en verdad la necesidad de los personajes para darles voz a lo que ellos tienen que decir.Recordar más que nunca que narrar no es para lucirse uno, sino para lucir la historia.Es decir, salir de las aguas de Narciso que nos captura la imagen y que sea el agua la que corra con la vibración del cuento .
Claudia MacchiA mi ha ayudado mucho un taller donde aprendimos dónde dirigir la mirada para q el oyente sienta q se le está hablando a él. Trato de contar sentada ya q así evito moverme demasiado. Los movimientos tienen q ser lentos para q no ensucien la imagen…. en fin, cómo todo uno se va acostumbrando. Besos.
Graciela VeronicaMi principal dificultad es que falta la conexión con el otro, la mirada, el gesto que acompaña y sostiene nuestro relato, considero mucho más frío tanto grabar como escuchar un cuento grabado, muy diferente de un cuento contado en vivo en facebook o instagram o en una plataforma pues en ese caso siento que mi energía llega a los que me están viendo y escuchando y siento esa conexíon en los comentarios del vivo o en las miradas y aplausos en zoom u otras plataformas, por lo demás siento que gracias a esta tecnológia en este contexto tan crudo he podido llegar a muchísimos lugares y abrazarnos con la palabra, de otra forma el aislamiento en silencio hubiera causado mucha desazón y angustia.
Maria Susana ValdezMis mayores dificultades son de caracter tecnico, encuadre, luz , fundamentalmente. Teniendo en cuenta que mi camara es mi celular.
RePapel Fer AlvarezHola Emilce. Yo no me he adaptado a esto de la narración por video. Veo que muchos lo hacen. He podido enterarme, por charlas o comentarios algunos datos útiles, como poner el teléfono horizontal, o la tablet, estar sentado para evitar traslados que te saquen de la cámara, la posición o altura del dispositivo para no quedar en escorzo y (esto lo agrego yo) el tiempo de la narración. Me parece que para los videos ameritan narraciones cortas. No es inconveniente si el video es de un espectáculo que fue grabado en vivo, porque se puede sentir la interacción de la gente, sin embargo para una grabación, en solitario, en tu casa, me parece más conveniente ser breve.
Graciela AlettiMe cuesta no tener la mirada del público A mí en lo personal me gusta compartir hacer un guiño ,incluir un escucha Pero estoy tratando de adaptarme a esta nueva realidad.
Elena LopezEl principal problema es mirar bien a la cámara y no distraerme con las imágenes de la pantalla.
Cuentos del CaracolYo me imagino que estoy contándolo a alguien. Y miro al centro de la cámara (movil) como si en realidad hubiera alguien. Me suelo abstraer bastante y, aunque no es igual, si me siento capaz de contarlo como si hubiera alguien ahí. Me imagino cuando lo estén viendo después, si gustará, las caras que pondrán. Eso si!! Puedo hacer un montón de grabaciones, me atasco, me equivoco con las palabras, lo entono mal… y o paro o después de grabarlo si no me convence, lo vuelvo a grabar. Soy exigente con el resultado. Aunque también voy descubriendo que puedes incluso equivocarte, que eso ocurre en el directo y siempre se puede rectificar, me lo voy tomando con más tranquilidad.
Si han leído con atención hay mucho en común, a saber: los nervios, la falta de concentración, la creencia de las miradas ausentes, la falta de la complicidad, las equivocaciones, el desconocer la técnica en relación a encuadre, luz, dónde mirar, dónde está el foco de la cámara, la incertidumbre de grabar desde el celular o desde la cámara de la computadora en redes o plataformas como Zoom o Google Meet. Y me gustaron algunos de los consejos como por ejemplo, narrar sentados, tener presente que es la historia que debe lucirse, ensayar, grabar y volver a grabar, imaginar a un otro del otro lado de las cámaras, no grabar en cámara selfie para que no aparezcan letras al revés, cuentos cortos, investigar para conocer el lenguaje audiovisual. y lo más importante EXPERIMENTAR.
Creo que lo primero es pararse a hacer preguntas: ¿Qué me pasa a mi cómo espectador de cuentos narrados a través de las pantallas? ¿Todo me atrapa, o me conmueve? ¿Qué es lo que hace que me quede a ver y escuchar el cuento de inicio a fin? ¿Qué tengo que conocer y aprender para incorporar en mis presentaciones para que sean atractivas? ¿He investigado sobre el lenguaje audiovisual para adaptar mi repertorio a dicho lenguaje?¿Todos los cuentos son apropiados para ser contados frente a la cámara? Como ven son muchas preguntas y seguro que habrán muchas más. Dicen que todo problema o cambio es una oportunidad para algo nuevo. Vayamos paso a paso.
Mi idea es realizar una serie de notas relacionadas a esta nueva forma de contar cuentos en la cual hay que aprender este ¿nuevo? lenguaje, conocerlo, trabajarlo para incorporlo a la narración, quizá colocando una nueva columna o item a nuestro trabajo de mesa al preparar los cuentos, practicando mucho, equivocándonos para ofrecer a nuestro público calidad y belleza en nuestros repertorios. Pronto la segunda parte de la serie: Narración oral virtual.
Monalisa visitó VozYcuento – Arte al narrar, me dejó una valoración sobre uno de mis cuentos, al agradecerle tan hermosa devolución comenzamos a intercambiar mail. Me escribió siempre en un perfecto español. Le conté de esta sección del blog y la invité a responder las preguntas para que nos cuente cómo se vive la Narración Oral en Brasil. Monalisa respondió que sí, yo feliz porque se va formando una red entre narradores, conociéndolos y dándoles voz, que es uno de los objetivos del blog!!! Se las presento!!
Monalisa Lins
¿Cómo ves el movimiento de la Narración Oral en tu país?
En primer lugar, agradezco la invitación a la entrevista y los felicito por la hermosa idea de intercambiar conocimientos en un momento como este que atravesamos.
Es bueno recordar que, debido a su gran tamaño, el Brasil tiene aspectos culturales muy diferentes entre sus regiones. Tenemos el sur, desarrollado económicamente, con fuerte influencia italiana y alemana. El sureste, donde se ubican los estados de São Paulo y Río de Janeiro, que concentran grandes núcleos urbanos y también una enorme desigualdad social. El Medio Oeste, donde se encuentra Brasilia, la capital del país, el Pantanal y la mayoría de las regiones agrícolas mecanizadas. El Nordeste, con hermosas playas, pero también donde vive una población más sufrida, en el «sertão», una región seca y pobre, que sin embargo produce una cultura popular muy rica. Recibimos la mayoría de las historias de la tradición oral de allí. Por último, tenemos el norte, donde está la Amazonía y donde vive la mayoría de los indígenas, que aún resisten. Según las últimas cifras oficiales, somos 190 millones de personas. De estos, 817 mil son indígenas – 305 grupos étnicos y 274 idiomas.
Vivo en la región sureste, en el estado de São Paulo, y de lo que voy a hablar es del punto de vista e impresiones de quienes están en este lugar. Por tanto, veo el movimiento narrativo como un «redescubrimiento» que ha ido creciendo y ganando fuerza en las dos últimas décadas, especialmente en los grandes centros urbanos.
¿Cómo es el panorama en relación a los espacios donde se narra?
En este período, el número de narradores no ha hecho más que crecer y los equipamientos culturales han abierto mucho espacio para lo que aquí se llama “contação de histórias» (storytelling). La mayoría, sin embargo, vincula estas actividades solo con la promoción de la lectura. Son bibliotecas públicas e instituciones culturales. En este sentido, también actúan muchos actores.
Sabemos que la narración es un arte ancestral, lleno de simbolismo, arquetipos y esencial para la formación humana. Con este enfoque, los movimientos de encuentros de narradores y festivales son espacios de expresión artística muy significativos para la formación e intercambio en torno a los cuentos.
Tenemos un campo de trabajo aún en formación, que son los colegios privados. Desafortunadamente en los públicos, el gobierno aún no asigna fondos para esto. Narramos a los niños, normalmente en fechas especiales o temáticas y ofrecemos formación a los profesores. Su interés por la narración ha sido muy grande como posibilidad de una herramienta pedagógica más. También hay narradores que trabajan en hospitales y proyectos sociales.
Pero también hay mucho trabajo narrativo voluntario para escuelas públicas, hospitales u organizaciones sociales. Los narradores suelen tener este sentimiento de compartir y solidaridad.
¿Cómo es el panorama en relación a los diferentes públicos que asisten a los espectáculos de narración oral?
Diría que tenemos tres públicos. Niños en escuelas, familias con niños pequeños en instalaciones culturales y bibliotecas, y narradores en festivales y reuniones.
¿Los organizadores culturales del estado de tu país promueven la Narración Oral con identidad propia, o la incluyen como parte accesoria de otras disciplinas artísticas?
La narración hoy se trata como un área específica, pero siempre vinculada a la literatura y al libro. Así, los avisos públicos por ejemplo, contemplan la narración como una actividad dentro de este lenguaje/disciplina. En las escuelas se ve de la misma manera.
¿Qué tipo de repertorio utilizan la mayoría de los narradores? Me refiero si cuentan tradición oral o cuentos de autor
Veo una balanza que pesa más en el lado del cuento de la tradición oral. Existe un rico repertorio de cuentos tradicionales en el país, y gracias a algunos folcloristas como Luis da Camara Cascudo (1898-1986), buena parte de estos cuentos se encuentran ahora en libros a los que pueden acceder quienes no tuvieron el privilegio de recibirlos oralmente de sus padres. o abuelos. A partir de estas obras, los autores contemporáneos han vuelto a contar libros ricamente ilustrados, cuentos que los narradores han llevado a muchos rincones del país y del mundo. Cuando inician la práctica artística, la mayoría opta por la tradición oral. Los que trabajan más en el universo infantil, en cambio, cuentan también muchos cuentos de autoría, pero de autores de todo el mundo, traducidos e ilustrados para niños. En mi repertorio, el noventa por ciento de las historias son de tradición oral, de Brasil y también de otras culturas.
¿Cuáles son los autores favoritos a la hora de narrar? ¿Cómo manejan el tema del derecho de autor? ¿Solicitan autorización para contar sus obras?
Algunas autoras brasileñas queridas por los narradores son Clarice Lispector y Marina Colasanti, esta última un hada de las palabras, quien pueda, sugiero investigar sus historias.
Éticamente, el nombre del autor siempre debe estar destacado antes o después de la narración. Puede que se requiera autorización formal por parte de la institución que promueve el evento, pero generalmente no es necesaria cuando se entiende que hay un intercambio, donde el narrador presta su arte al libro y a su autor, para que llegue a más personas de una manera hermosa. mientras ayuda a dar a conocer el trabajo.
Hablemos de festivales.¿Cómo se organizan, qué características tienen en tu país?
El más conocido es el «Boca do Céu», encuentro internacional que se realiza en São Paulo cada dos años y que tuvo su octava edición en 2018. Habría sucedido ahora en 2020, pero con la pandemia se pospuso, lo que nos entristece mucho. Creado por Regina Machado, investigadora de la tradición oral y responsable en gran parte de la reanudación del arte narrativo en el país, fue durante estos encuentros que tuve la oportunidad de beber de la fuente de maravillosos contadores de diferentes partes del mundo. Hay talleres, presentaciones, conversaciones en una semana de muchos intercambios hermosos. Es como si el mundo se detuviera y estuviéramos suspendidos en el mundo de las historias.
También contamos con el ECOH – Encuentro de Narradores en Londrina (Paraná), que se encuentra en su décima edición y este año, afrontará el reto de suceder de forma virtual.
Como dije, el país es muy grande. Estos son los que conozco más de cerca.
Existen muchos otros festivales nacionales, la mayoría de ellos impulsados por ayuntamientos o estados, en estos casos, más enfocados a la promoción de la lectura, cuya propuesta está enfocada a realizar presentaciones en escuelas o bibliotecas.
¿Qué es para vos, contar cuentos? ¿Qué es la Narración Oral?
Contar cuentos es para mí una forma de estar en el mundo. Cada uno crea su propio mundo y vive en él. Por el momento, he optado por vivir en este, de personas que creen que la imaginación es un componente esencial de la vida humana. Vivo mejor con cuentos, libros y poesía.
La narración oral es un arte que pueden realizar todas las personas. Proporciona «encuentros». Encuentro entre los que cuentan y los que escuchan. El encuentro de todos con sus recuerdos afectivos y sus imágenes internas. Encuentro con tu propia historia y contigo mismo. Nos permite vernos a nosotros mismos a través del otro, y este «otro» puede ser un personaje, un lugar, un evento o una emoción que trae la historia.
Para que se produzca una narración oral, basta con que se unan un contador, un oyente y un cuento. Cuanta más intimidad, sinceridad y cariño, más verdadero y profundo será este momento.
Si el narrador está tomando una historia honestamente, puede movilizar a una o doscientas personas en el mismo espacio. El público es capaz de sentir esta fuerza y alimentar al narrador a través de sus miradas, gestos y palabras. Recuerdo las palabras del poeta portugués Fernando Pessoa:
«Para ser grande, sê inteiro, nada
Teu exagera ou exclui.
Sê todo em cada coisa. Põe quanto és
No mínimo que fazes.
Assim em cada lago a lua toda
Brilha, porque alta vive.»
(Odes de Ricardo Reis)
Otro aspecto fundamental que tiene la narración oral es el desarrollo de la noción de pertenencia. En estos momentos sentimos que pertenecemos a este lugar, pertenecemos al mismo grupo, el grupo humano. Hacemos contacto con nuestra ascendencia. Recuerdo que llevo los genes de africanos, indios, europeos en mi sangre. Me gusta más cuando puedo narrar en círculo, porque este sentimiento se hace aún más fuerte.
Y finalmente, nos hace soñar y renovar nuestras fuerzas y esperanzas ante este gran desafío que es la vida. Evocando al mismo poeta nuevamente:
» A quem sonha de dia e sonha de noite, sabendo
Todo o sonho vão.
Mas sonha sempre, só para sentir-se vivendo
E a ter coração.»
(Fernando Pessoa)
Cuéntanos cómo comenzaste a narrar. ¿Quiénes fueron tus maestros? ¿Qué es lo que tiene que tener el cuento para que sea perfecto para incorporarlo en tu repertorio? Con la pandemia, ¿cómo sigue el trabajo de los narradores?
¿Conoces ese olor a libro nuevo? ¿O tinta y papel de periódico? Siempre me dieron un cierto placer. Después de la bicicleta, el regalo que más quería en la infancia era una máquina de escribir. Pensé que sería periodista. Y fui, pero narrando el mundo a través de imágenes, como fotógrafa. Entonces, conté las historias. Cuando mi segunda hija tenía dos años, mi esposo Evelson – que también es fotógrafo- y yo, decidimos poner en práctica un antiguo deseo de hacer trabajo social. Muy involucrados que estábamos con la literatura infantil, comenzamos a llevar libros a las plazas y reunir a los niños promoviendo lecturas y narraciones. Sentí que estos encuentros nos trajeron mucha alegría a todos y comencé a involucrarme cada vez más con el tema de la narración oral. Fui a hacer cursos, talleres y nunca dejé de estudiar. Dejé la fotografía descansando y me sumergí en nuestro mar de historias.
Todo ser humano tiene en su interior una piedra preciosa, de gran valor, que es su narrador. En algunos la piedra ya está pulida, brillante. En otros, está en estado bruto y aún necesita ser trabajado. Pero con dedicación es posible traer tu luz. Nuestros maestros son aquellas personas que nos ayudan a ver este tesoro y esculpir esta joya para la que podamos ofrecer a otros seres humanos.
Mi madre y mis abuelos fueron mis primeros maestros. Cuentos de hadas, anécdotas, historias de vida, son los regalos que me dieron. En el mundo de los narradores profesionales, tuve la suerte de encontrar narradores increíbles y generosos en el camino. Mi primer maestro se llama Giba Pedroza. Fue el primer narrador que vi en un espacio cultural y también terminó siendo mi maestro en el primer curso que tomé. Es de São Paulo. Con él aprendí que la narración es ante todo un acto de calidez y cariño. El segundo maestro que imprimió su huella en mi carrera se llama Jihad Darwiche, un libanés que vive en Francia. Con él entendí la fuerza de la ascendencia que SOPLA a través de los cuentos.
También tengo maestros escritores de los que destaco João Guimarães Rosa, brasileño y Paulina Chiziane, mozambiqueña. Ambos traen la oralidad a la literatura de una manera poética y única.
Mi relación con la historia está directamente influenciada por el momento de la vida por el que estoy pasando. Entonces, creo que no es el contador quien elige la historia, sino la historia quien elige al contable.
Digo lo que me toca, me conmueve. Algo que vi, me gustó y quiero mostrárselo al otro.
Al principio traté de contar historias por solicitud de trabajo, como es común, pero cuando no nos gusta mucho, pronto la olvidamos …
Hay cuentos que me encontré en un momento dado y no me dijeron nada, en un segundo momento me encantaron. Y otros me encantó contar y los dejé descansando en algún lugar del camino.
Algunos ya han llegado y creo que nunca me dejarán. Uno de ellos es uno que conocí con el nombre «El comprador de los sueños», contado del folclore mexicano. Me tomó mucho tiempo contarlo porque siempre lloré al final. Incluso ahora, que lo he estado contando durante años, cada vez que lo termino, me emociono.
Amo los cuentos que son fuertes al final.
Mi repertorio incluye cuentos africanos, europeos, asiáticos, latinos, indígenas. Es un repertorio multicultural, por así decirlo. Siempre busco un lugar de respeto en esta relación, consciente de que cuando traigo una historia de otra cultura tengo un lugar tan lejos como puedo llegar. Solo cuento cuando encuentro algo en él que me tiene sentido, y a través de este hilo me conecto. En la ciudad donde vivo también vive gente de todos los rincones del planeta, creo que por eso me siento cercano a muchas culturas.
Con la pandemia, todo cambió. Todos los lugares donde los narradores hicieron su trabajo están cerrados. Escuelas, bibliotecas, centros culturales. Muchos de nosotros estamos haciendo «lives» y ofreciendo talleres.
Para mí era muy difícil hasta hace poco aceptar la idea de hacer narración de forma virtual. ¿Cómo narrar sin ver y estar con el público? Pero el ser humano solo está habitando el planeta hasta hoy porque tiene una inmensa capacidad de adaptación, y ya estoy encontrando formas de seguir haciendo este arte en este nuevo formato, así como otros narradores que he seguido por el mundo.
Traer otro maestro:
«… o mais importante e bonito, do mundo, é isto: que as pessoas não estão sempre iguais, ainda não foram terminadas – mas que elas vão sempre mudando. Afinam ou desafinam. Verdade maior. É o que a vida me ensinou. Isso que me alegra montão.»
(Riobaldo, em Grande Sertão:Veredas – J.Guimarães ROSA)
Puedes dejarnos tu página Web o tus redes sociales para que los lectores puedan contactarse contigo
Y para terminar: Un deseo que quieras compartir con nosotros.
Una noche, se apagan todas las luces eléctricas de todas las casas.
Todas las pantallas se apagan y todo está en silencio.
En cada una de las casas se enciende una vela.
A su alrededor, la gente se sienta y comienza a contar historias.
Para conocer un poco de su trabajo en su voz, les dejamos este video
Apresentação do trabalho dos narradores de histórias Monalisa Lins e Evelson de Freitas – São Paulo – SP – Brasil
Muchas gracias Monalisa por responder cada una de las preguntas, gracias por el viaje al mundo de la Narración Oral en Brasil. Como veran, el idioma no fue un problema, es que los narradores siempre encontramos la forma de comunicarnos. Me encantó viajar junto a tus palabras, los bellos poemas de Fernando Pessoa, escuchar tu voz en el video. Que los cuentos nos encuentren por el camino y las historias nos sigan hermanando.
Un multiespacio ubicado en las Sierras de Córdoba, Argentina.
Su creadora es Vilma Novick, una reconocida narradora argentina, ella nos cuenta la historia y nos invita a conocer esta casa llena de encanto, de magia, de cuentos. Hoy nos necesita, debido al difícil momento que estamos atravesando por la pandemia, se encuentra en peligro de ser cerrada. Un grupo de narradores hemos grabado un espectáculo para adultos, con el fin de ayudarla a sostener este espacio único y esperamos que ustedes también pueden sumarse a colaborar comprando la entrada a la gorra, el estreno es el día 8 de Septiembre.
Su historia
Todo comenzó cuando ella era una niña y su papá le regaló un libro de cuentos para acompañarla en el transitar de una angina. El cuento eraLa trampa de Tachin(me contó que todavía lo tiene en su biblioteca). Comienza así: «Había una vez un matrimonio de leñadores que tenía una hija. Un día , la niña se puso muy enferma y tuvieron que llamar al médico. – Esta nena está enferma – dijo el doctor, luego de revisarla -, porque no tiene juguetes… dime, Juanita, ¿qué juguete te gustaría que papá y mamá te regalaran? – Una casita de muñecas, con muebles de verdad – respondió la pequeña. […]». En esa época no existian en las jugueterias del barrio de Vilma, las casitas de muñeca con muebles de verdad, pero ella deseo tenerla, deseo ser la protagonista de ese cuento lleno de fantasía y de magia. Pasó el tiempo, ella creció y ese deseo fue creciendo con ella. Un día con esfuerzo, lo hizo realidad, compró un terreno en las Sierras de Córdoba, y de a poco fue levantando paredes, techos, habitaciones para crear su Casacuento: Regugio de soñadores. ¿Dónde queda exactamente? Está ubicada en la calle San Martín 27. La Cruz, Sierras de Córdoba, en el Valle de Calamuchita – Argentina. Agenden la dirección para ir a visitarla.
Cuando visites a Casacuento te encontrarás con hadas y reinas, con piratas, con brujas traviesas, con el Ratón Perez, con Caperucita Roja y Blancanieves. Podrás pasear por el comedor de los duendes, por la habitación de la abuela de Caperucita, por la habitación de Blancanieves acostarte en su cama al lado de las siete camitas de los enanitos. Tendrás disfraces para sentirte parte de una página de uno de esos cuentos infantiles. Podrás tirar monedas dentro de la fuente de los deseos que está en jardín o pedir algún otro en el aljibe o ir a buscar tu diente de leche que tiene guardado en su casita el Ratón Pérez. Ir a tomar un libro de una de las casitas, y leer de la Cuentateca con forma de barrio. O cuando pase la pandemia ir a presenciar funciones de cuentos en esa misma sala o participar de algún taller o encuentro de narración. Cuenta Vilma que la gente que la visitó vuelve con regalos sorpresas, por ejemplo una señora le llevó el baúl de su abuela con el ajuar completo que trajo de un país lejando. Un aviador le trajo desde la Antártida una piedra especial para Casacuento con una bella dedicaroria. Vilma tiene muchas otras sorpresas para contarles cuando la vayan a visitar.
¡Tenemos que ayudar!
Un grupo de narradores hemos grabado un espectáculo para adultos, con el fin de ayudarla. Vos también podés colaborar comprando tu entrada que es a la gorra con una base de $150. Todo lo recaudado será para Casacuento. Más informacion y venta de entradas al contacto de la foto + 54 9 358 429 4619. La fecha de estreno es el 8 de septiembre pero quedará la venta abierta por más tiempo porque estará subido a un canal de YouTube, sólo se accederá con el link.
Desde ya, Muchas Gracias!!! Los esperamos!! Este lugar maravilloso debe continuar abierto para que la magia de los cuentos siempre esten cerca de niños y grandes. Para que los soñadores no dejen de cumplir sus sueños. Ayudama a ayudar!!!
Conocí a La Maestra Rosa MarthaSánches, bueno, primero conocí su voz, en agosto del 2018 cuando recibí su llamado. Del otro lado,su tono encantador, invitándome a participar en marzo de 2019 a su XXVII Festival Internacional de Narración Oral – HablaPalabra – Nuevo León, Monterrey – México. Una experiencia enriquecedora junto a un grupo humano maravilloso – Las Tejedoras de Imágenes – Las distancias no nos detienen en seguir compartiendo, las redes sociales, los mensajes por WhatsApp hace que nos sintamos cerca, porque el cariño y admiración por ella crece y crece. Así llegamos a compartir sus primeros 30 años y como corresponde vamos a festejarlos! Mireya Leal Isida fue mi cómplice para ayudarme a contar su historia compartiendo una entrevista donde Rosa Martha cuenta en primera persona.
Comencemos!!
Desde hace 30 años en Monterrey Rosa Martha Sánchez, Tejedoras de Imágenes agrupa a gente dedicada a actividades diversas que tiene en común la pasión por narrar. Mireya Leal Isida, por ejemplo, es cirujana dentista; Josefina Benavides es comunicadora. También hay hombres: Rafael Bourguet es ingeniero y profesor en el Tec. César Zapata es maestro jubilado.
Tejedoras de Imágenes agrupa a gente dedicada a actividades diversas que tiene en común la pasión por narrar. Foto: Velia de la Cruz
¿Quién es y cómo comenzó su historia?
Rosa Martha Sánchez (der.) escucha a María Eugenia Llamas «La Tucita» en el taller que tomó con ella para ser narradora oral. Foto: Cortesía
Hija de Ernesto Sánchez Martínez, escritor, periodista y formador de páginas en diarios de la Ciudad de México, y quien la llevó a enamorarse de los libros y la lectura, Rosa Martha nació en esa capital. Antes de ser decana de la narración oral en Monterrey su negocio con su esposo era de venta de artículos para tenis en la Colonia Del Valle.
Un día, sin embargo, todo cambió.»En 1990 terminó un ciclo de mi vida: de ser esposa, madre, abuela postiza y demás cosas estaba buscando a qué dedicarme y lo encontré», cuenta. Tenía 52 años.
«Lo recuerdo bien: era el 27 de agosto de 1990 que andaba por la Biblioteca Central cuando vi un anuncio de algo que no supe bien qué era y que invitaba al Teatro Monterrey. Llegué y al entrar vi en el escenario a un señor gordo, gordo, con el pelo rizado y de un hablar muy ‘españolao’ que contrastaba con lo que estaba diciendo», dice e imita la voz aguda de aquel personaje: «Y me das un espejo para mirarme y un peine para peinarme y guárdame estas tres manzanas...».Era Antonio González Beltrán, fundador del colectivo La Carátula, de España.
Rosa Martha vio a otros narradores, pero cierra los ojos y sólo ve al cuentero fallecido en el 2013. Más tarde apareció María Eugenia Llamas «La Tucita» (1944-2014), pionera de la narración oral en la Ciudad y organizadora del encuentro. Tan interesada estaba que asistió con una amiga a la clausura del evento en los jardines de Cervecería.
«Fui con una amiga y escuché a Carolina Rueda, de Colombia; a Francisco Garzón, de Cuba, así como a otros cuenteros mexicanos. Luego al final apareció un letrero: ‘Nos ‘encuentaremos’ en Barquisimeto’, que más tarde supe convocaba a otro encuentro en Venezuela».
Rosa Martha volvió a casa picada por la curiosidad. Al día siguiente su amiga le habló por teléfono:»Me sentí feliz, como nunca antes en mi vida», evoca.
«¿Ya viste el periódico…? Dice que ‘La Tucita’ va a enseñar a contar como los locos esos que me llevaste a ver».
Recuerda Rosa Martha: «Más tardé en colgar que en ver el periódico y llamarle a ‘La Tucita’ para inscribirme en su taller».
El curso fue en la Casa del Sol y la Luna, un lugar bohemio que tenía Paty Guerrero y donde Rosa Martha descubrió la maravilla de la narración oral. Su «graduación» fue contar un cuento en la Plaza de la Purísima y eligió uno que le solía narrar a su hermana Marcela, 14 años menor que ella, cuando vivían de niñas en la Ciudad de México: «El príncipe feliz», de Oscar Wilde.
«La Tucita» sugirió a los integrantes del curso ponerles nombres a los grupos si llegaban a formarlos, así que Rosa Martha y Angélica Coronado, otra asistente hoy integrante de Baúl Teatro, denominaron Tejedoras de Cuentos al esfuerzo que, más tarde, cambiaría a Tejedoras de Imágenes.
«Encontré algo que, más que un trabajo, era un quehacer que provenía del corazón, del alma», sonríe Rosa Martha.»Para ese momento ya era consciente de qué rumbo quería para mi vida. Al principio no, pero las cosas fueron llegando y poco a poco fui entendiendo lo que la narración oral iba a tener de trascendente en mi vida y a mis 50 y tantos años. Y resurgí».
Ambas continuaron su profesionalización con cursos de voz, dicción y expresión corporal. Para el verano de 1991, Rosa Martha y Angélica se encontraban en Barquisimeto, donde entablaron relación con más cuenteros.»Ahí conocí a Haydee Arteaga, ‘La señora de los cuentos’, una narradora ya centenaria muy popular en Cuba», cuenta Rosa Martha.Como sus familiares se encontraban en la Ciudad de México, le era fácil asistir a cuanto encuentro y curso había en la capital, por lo que se fue relacionando con exponentes del género.
Tras la salida de Angélica para incorporarse a Baúl Teatro, por mucho tiempo Tejedoras de Imágenes fue únicamente Rosa Martha: «Entraba y salía gente porque, como en todo, unos se van, otros se casan, se divorcian, tienen hijos».
En el 2005, el entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes apoyó su proyecto «Cuentos contados: una puerta a la lectura», en el que difundió talleres para contar historias con técnicas aprendidas a la narradora Vivianne Thirion.A partir de esos años llegaron algunos de los que se quedarían hasta hoy. Buena parte, agrega Rosa Martha, asiste a sus talleres para mejorar la expresión oral en sus profesiones, pero al saber que la intención es otra: contar cuentos, unos se van y otros se quedan.
La idea en Tejedoras de Imágenes, explica Rosa Martha, no es contar el cuento tal como está escrito, sino hacer una versión propia del mismo para llevarlo a la oralidad.
«Ésta es la parte que más me gusta del trabajo: el de escritorio», dice Mireya Leal Isida. «La idea es adentrarme en mis sentimientos, emociones, pasado, reconectarme con mi historia personal, y a partir de ahí contarlo con emoción».
El colectivo está integrado por 20 personas que, tras cursar un taller con Rosa Martha, se sumó a las presentaciones habituales del grupo en espacios como la Biblioteca Central Fray Servando Teresa de Mier, Distrito Tec y la librería del Fondo de Cultura Económica. También suelen ir a encuentros nacionales e internacionales en representación del grupo.
Además, son responsables de organizar el festival internacional de narración oral Hablapalabra. Pero la troupe lo mismo asiste a hospitales, casas de reposo y museos que a prisiones, plazas.
«Pero aquí siempre nos encontrarás, todos los sábados a las cinco de la tarde», sonríe Rosa Martha y señala el vestíbulo de la Biblioteca Central situada en la Gran Plaza.
«A veces los paseantes no quieren entrar, se les hace raro ver a tanto loco diciéndoles que pasen a escuchar historias, pero cuando les decimos las palabras ‘cuentos’ y ‘gratis’ ¡no lo dudan más!».
Hoy a las Tejedoras ya les sucede que jóvenes a los que les contaron cuentos en la infancia en escuelas o en espacios públicos se los encuentran en la Feria Internacional del Libro o en otros lugares y les agradecen haberles mostrado el fascinante mundo de las historias contadas.
«Me emociono, ¡es mágico!», expresa Rosa Martha. «Esto quiere decir que algo estamos dejando, que todo esto que hacemos desde el corazón ha valido la pena, y es que así debe ser: contar cuentos viene del alma».
Es así como dijo la Maestra:contar cuentos llena el alma.Felicitaciones por estos 30 años caminando de la mano de las historias, seguramente que habrá mucho más por recorrer. Mi admiración por su trayectoria. Gracias por lo compartido durante el Festival fue MARAVILLOSO!
Pensemos en una historia entera, con principio, nudo y desenlace. Cuentos que tienen por protagonista animales. Cuentos que repiten algunas frases, una y otra vez. ¿Ya saben a cuales me refiero? Entónces, comencemos el recorrido por estos cuentos, los cuentos acumulativos o de encadenamiento, de éstos quiero hablar hoy.
Los cuentos acumulativos o de encadenamiento son, cuentos populares cuyos protagonistas suelen ser animales, en los que existe una “fórmula” previa que se va repitiendo según van apareciendo nuevos personajes y a la que se va añadiendo una nueva frase o palabra con el personaje nuevo.
No debemos olvidar que los cuentos, las historias, vienen de la tradición oral, de charlas alrededor de la lumbre en las que los más mayores del lugar contaban al público, niños o adultos, historias que ya venían de lo antiguo. Y así, de boca a oreja, las historias y leyendas se iban pasando a las siguientes generaciones.
De entre esas historias había unas a las que llamamos “cuentos de fórmula”. Antonio Rubio en su libro“7 llaves de cuento” nos explica de manera muy breve y sencilla de qué trata todo esto. Nos dice que los cuentos de fórmula son “esos primeros cuentos populares, exactos, líricos y de perfecta estructura, que en ocasiones no van más allá de un sencillo pareado”. Pone como ejemplo «El cuento de la banasta»:
Éste es el cuento de la banasta,
y con esto basta.
Pero, como continua diciendo Antonio Rubio, también los hay con una historia entera, con principio, nudo y desenlace. Aquí entrarían a formar parte los cuentos acumulativos o de encadenamiento.
Se consideran cuentos-juego en los que hay que intentar recordar la lista de personajes y acciones que se va creando. De hecho, era un juego común en los pueblos que cuando se contaba uno de estos cuentos cada vez le tocara a un niño repetir la lista y, aquel que se confundiera, pagara una prenda.
Dentro de este esquema general hay muchas variantes en este tipo de cuentos. Pueden ser un simple encadenamiento de acciones como en el Cuento del Queso:
Este es el cuento del queso de la vieja y el viejo.
Vino el ratón y se quiso zampar el queso de la vieja y el viejo.
Y el gato quiso comerse al ratón que se quiso zampar el queso de la vieja y el viejo.
Vino el perro y quiso morder el rabo al gato cuando quería comerse al ratón que se quiso zampar el queso de la vieja y el viejo…
Seguramente recuerden jugar/cantar la canción“Estaba la rana sentada cantando debajo del agua”. Quizá no recordemos el orden en que aparecen los animales, lo que sí, recordamos, que los animales van cantando y haciendo callar, tal vez muchos nos los inventamos. Y es que eso también forma parte del juego, porque suelen ser cuentos abiertos que se pueden alargar lo que se quiera, siendo un buen recurso para la escuela, por ejemplo.
Los hay en los que los personajes aportan, según van apareciendo, una solución para un problema, general o particular. De estos hay muchos ejemplos, podemos mencionar «El Chivato», «Historia de un nabo». Podemos encontrar muchos más, tanto en cuentos de tradición como en libros modernos, que siguen esta corriente narrativa.
En cuanto a publicaciones hay gran variedad de ejemplos, unos que siguen de manera más fiel la estructura de estos cuentos y otros toman esta estructura como base para montar el cuento aunque tienen variantes.
Un ejemplo conocido de este tipo de cuento es “¿A qué sabe la luna?”, de Michael Grejniec, editado por Kalandraka. Bien es verdad que no tiene todos los esquemas de los cuentos de fórmula, como por ejemplo la estructura poética o la lista de personajes que se repiten una y otra vez. Pero en realidad si lo tiene ya que el autor nos propone la acumulación de manera visual a través de la ilustración en la que vamos viendo como los animales se van subiendo unos encima de otros.
Los hay también de “ida y vuelta”. Son aquellos en los que se suceden los personajes uno tras otro y en un determinado momento algo sucede que les hace retroceder hasta el inicio. Un ejemplo de ellos es el cuento de “El gallo Quirico”, que viene de la tradición oral.
De uno u otro tipo, los cuentos acumulativos son cuentos que tienen un formato fijo, que hay que saberse de memoria sin dejar paso a improvisaciones. Se tienen que contar así porque en ello reside la esencia del cuento. Y esa repetición es precisamente lo que engancha y gusta a los niños. Los niños de entre 2 o 3 años hasta los 6 o 7 disfrutan mucho con esa repetición y esa seguridad que le dan estos cuentos. Saben, aunque no conozcan el cuento, qué va a pasar a continuación y eso les relaja y les ayuda a disfrutar de la historia. Además favorece la memoria y les ayuda a aumentar su vocabulario.
La tradición, por suerte, sigue muy presente, en las historias que se cuentan a los niños y en las que se publican, ya sea recuperando ese boca a boca o creando nuevas historias. No perdamos esa tradición porque en ella está la sabiduría popular de años, y nuestra responsabilidad es la de mantenerla para los que vengan.
En estos tiempos de Covid- 19 donde los niños de Argentina, y el resto del mundo, están en sus casas desde el mes de febrero, con distanciamiento social preventivo obligatorio. Dicen en las noticias que algunos pequeños están manifestando trastornos de ansiedad, miedos, se observan cambios en sus conductas. Sabemos que están tomando clases a través de la virtualidad, que están aislados de otros niños y sin los abrazos sus familiares mayores, sus abuelos. No podemos cambiar esta «nueva normalidad» que no tiene con certeza fin, pero si nosotros, los narradores, podemos buscar o incorporar en nuestros repertorios los cuentos de humor. Narrar estos cuentos para provocar la risa.
Todos sabemos que existen estudios médicos y científicos que demuestran las propiedades y efectos beneficiosos que ejerce la risa en nuestro organismo. El humor es un mecanismo fisiológico para enfrentarse al estrés, para superar situaciones que nos producen miedo, angustia, duelo… La risa y el humor nos hace incrementar la sensación de control sobre este tipo de situaciones, generando un estado de bienestar psíquico y físico que nos sirve de terapia. Porque la risa es terapéutica: beneficia al sistema inmunológico, oxigena la sangre, libera tensiones, produce relajación muscular, y previene enfermedades cardiovasculares, hipertensión, dolencias estomacales y gastrointestinales, cáncer, y ayuda a enfrentarse a los fracasos, a las derrotas y a disfrutar de las metas conseguidas.
¿Qué les hace reír a los niños y a las niñas?
Cuando son bebés, ríen por imitación. Más adelante, cuando tienen uno o dos años, se ríen al ver algo inesperado, poco habitual, o cuando algún adulto les hace cosquillas, gracias, sonidos raros, muecas, gestos graciosos. A partir de los tres años, cuando ya han adquirido cierto dominio del lenguaje, aparece el sentido del humor verbal, se ríen de y con las palabras. En general, los niños se ríen de: -La sorpresa.-Lo insólito.-Lo disparatado.-Lo inesperado.-Las exageraciones.-El equívoco.-La inversión.-Las transgresiones a las normas lingüísticas, lógicas y sociales cotidianas.-La ambigüedad.-Las situaciones impredecibles.-Las palabras inesperadas.-Los finales sorprendentes.-Las imágenes chocantes.-Las travesuras.-Los errores o equivocaciones.-Los temas tabú, prohibidos o escatológicos.-Las críticas o burlas a la autoridad de los adultos.-El absurdo.-La ironía.-La parodia.
Humor y Literatura Infantil
Todos sabemos bien que para que un cuento enganche a los niños y niñas debe combinar varios ingredientes: -Personajes y conflictos con los que se sientan identificados. -Aventuras, misterio… -Humor. Y es que el humor, a través de la Literatura, también ejerce sus beneficios: favorece el buen desarrollo de los niños y niñas, facilita su socialización, estimula el lado cognitivo, sensorial, emocional y expresivo, les ayuda a madurar y crecer, a ser lectores capaces de interpretar los textos de una manera crítica, desde sus múltiples sentidos… Y les proporciona bienestar y ganas de reírse con el lenguaje y de disfrutar, que es de lo que se trata. El humor y la ironía son recursos presentes en muchos libros infantiles. El humor permite crear situaciones imposibles, tramas enredadas y circunstancias inesperadas que sorprenden a los pequeños lectores y que, sobre todo, les permiten conocer herramientas y estructuras que despiertan su imaginación y su creatividad. Los cuentos de humor divierten a los niños, les invitan a imaginar situaciones increíbles (que pueden ser más o menos reales) y a descubrir la lectura como una actividad fascinante con la que pueden ver lo que les rodea de una manera diferente. El humor es un elemento común en los libros para niños de 9 a 11 años, pero también es un recurso que aparece en historias dirigidas a niños más pequeños, que ya disfrutan con situaciones cómicas y exageradas.
Nos conocimos por redes sociales y a través de un grupo de Whatsapp. Se que es referente en su país, le escribí para proponerle realizar esta nota de la nueva sección: Viaje a… Nos cuenta…. y enseguida me respondío que sí!! Empecemos el viaje a México a través de sus palabras… Se la presento!
Penélope Rivera
¿Cómo ves el movimiento de la Narración Oral en tu país?
La Narración Oral en México está en un buen momento, gracias a las narradoras y narradores que desde hace unas tres décadas, lograron que tuviera el reconocimiento que necesitaba, cobrando fuerza y construyendo academia. Lograron significativos avances en cuanto a investigación, formalizar la educación y consolidar importantes festivales. Creo que se está cosechando. Existen escuelas formales e informales, publicaciones en la materia, y universidades albergando proyectos para la formación y actualización de nuevos narradores.
La narración oral ha tomado el lugar que le correspondía en las artes escénicas, ha contribuido al desarrollo infantil y por su gran posibilidad de articular otras disciplinas, como la literatura y la música, es una pieza clave en el fomento a la lectura y la interdisciplina. A lo largo de estos años, se han tenido avances significativos, pero tenemos que hacer más y generar nuevas perspectivas, corrientes pedagógicas y una apertura a los ritmos y tecnologías de las nuevas generaciones. Año con año somos más narradores, profesionales o aficionados, en su mayoría mujeres, y muchos dedicados a las infancias.
Una parte importante de narradores viene de la docencia, otra viene del teatro o la literatura y con los programas de abuelos cuentacuentos, muchos de ellos son de diferentes formaciones. Por fortuna la narración oral, es una disciplina que fusiona la capacidad de oralidad de la persona, y la adquisición de técnicas y métodos. Incluso hay muchas narradoras y narradores orales en el país, expertos en abordar temas o trabajar con públicos específicos de edad y grupos vulnerables, o quienes trabajan desde la perspectiva de género, la promoción de derechos, por citar algunas. Por momentos la narración oral es intermitente en cuanto a movimientos colectivos, algunos se diluyen o llegan a cumplir su periodo, pero siempre hay propuestas y organizaciones.
El confinamiento, permitió, de forma acelerada que la narración sea el vehículo perfecto para compartir historias, no solo en México sino en el mundo, creo que surgieron propuestas y proyectos notables, de buen contenido, canales y páginas en redes sociales de muchos compañeros, e incluso la mayoría de los creadores de casi todas las disciplinas artísticas y educativas, han tenido que acudir a la narración oral. Creo que tenemos mucho que contar y seguir contando.
¿Cómo es el panorama en relación a los espacios donde se narra?
Existen muchos espacios culturales y educativos que programan a narradores orales, en su mayoría dedicados a la niñez o la historia, sobre todo en las ciudades o áreas urbanas, pero falta mucho por hacer.
El país es muy grande y diverso, desde climas, territorios, culturas y ideologias por citar algunas diversidades, evidentemente con las diferencias entre lo rural y lo urbano, y aunque existen importantes iniciativas en todo el país, la sustentabilidad de los proyectos es el problema para la continuidad, ya que faltan presupuestos para sufragar los gastos, y las personas están acostumbradas a la gratuidad, un círculo vicioso de no pagar y no cobrar.
Existen muchas iniciativas de colectivos, cafeterías, foros independientes, bares y restaurantes, que por periodos contemplan la programación de narradores orales, pero no es constante o permanente, por las mismas causas que comentaba, de la sustentabilidad. En la mayoría de los casos, son los mismos narradores y sus colectivos, quienes gestionan los espacios y hacen temporadas.
Todavía nos falta mucho por hacer y explorar. Abrir espacios, narrar para adultos, formar nuevos públicos, ofrecer opciones para tener otros mercados, ya que la narración es una disciplina tan amigable como amplia y sobre todo llena de emociones.
¿Cómo es el panorama en relación a los diferentes públicos que asisten a los espectáculos de narración oral?
En cuanto a infancias, tenemos una buena formación de públicos, se programa narración oral en salas de lectura, bibliotecas, escuelas, guarderías, festejos y efemerides, jornadas, ferias del libro, librerías, festivales infantiles y fiestas privadas, digamos que existe un buen panorama, formación, asistencia y mercado, tanto de gobierno como de iniciativa privada. Creo que en casi todo el país, sobre todo en zonas urbanas existe la misma condición, con sus excepciones. Hay programas de gobierno y muchas editoriales que programan narradores para la promoción de sus publicaciones.
En relación a otros públicos de edad o regiones, nos falta promoción. Aunque un buen porcentaje de narradoras y narradores trabajan con adolescentes y adultos, las instituciones artísticas, culturales o educativas, o los espacios de esparcimiento no siempre programan narración oral para los mayores, hay un prejuicio de creer que los cuentacuentos son solo para la niñez.
¿Los organizadores culturales del estado de tu país promueven la Narración Oral con identidad propia, o la incluyen como parte accesoria de otras disciplinas artísticas?
Hay muchos programas de promoción de la lectura donde la mediación y la narración oral se vuelve pieza clave para la identidad del país, y es el estado, el que mayor oferta provee, aunque también hay otras organizaciones sociales o editoriales que lo hacen.
La mayoría de programas son enfocados a la publicación de libros, más que de narradores orales, y están a cargo de la Secretaría de Cultura Federal o las representaciones en los estados (provincias, alcaldías y municipalidades), algunos promueven a escritoras y escritores mexicanos, mitos y leyendas de tradición étnica, indigena o de pueblos originarios. También hay publicaciones de mujeres o personajes destacados de la historia. O mitos urbanos de nuevos imaginarios colectivos. Sin embargo la narración oral queda a cargo de narradores con formación, que transmiten a través de la oralidad estas publicaciones o leyendas de la transmisión oral que pasa de boca en boca, pero hay pocos narradores de origen etnico, y no es que no existan, es la centralización, la que invisibiliza sus voces. Sin embargo hay muchos narradores que desde su comunidad, realizan importante labor, pero no es el estado quien promueve, son ellos con sus colectivos y medios al alcance.
En cierta medida es accesoria, y creo que tiene que ver con voluntades de la política cultural en turno. Ha habido programas que albergan esta transmisión oral desde las voces de los pueblos o las comunidades, o en forma conjunta con narradores de las zonas urbanas especializados en la materia, pero pierden continuidad por los cambios de gobierno, las reformas o los recortes presupuestales.
Cabe destacar que existen sesenta y ocho pueblos indígenas, con sus lenguas originarias y variantes dialectales, once millones de habitantes. Aunque hay publicaciones en todas las lenguas, se han centrado en la literatura, sin tomar en cuenta la narración oral. Tenemos mucho que trabajar desde esa parte.
¿Qué tipo de repertorio utilizan la mayoría de los narradores? Me refiero si cuentan tradición oral o cuentos de autor
Considero que narramos de ambos repertorios, muchas narraciones o mediaciones de lectura son de autores, y muchas desde la tradición oral o desde la inventiva, por fortuna habemos de todo tipo de narradores en el país. Un mayor porcentaje trabaja con autores, porque en su mayoría son programas de fomento a la lectura o las artes. Pero en otras áreas, más acercadas a las lenguas indígenas u otras disciplinas, se basan en la tradición oral. Creo que a la mayoría de narradoras y narradores nos gusta narrar ambos repertorios, no se comparan, ambos tienen sus maravillas e imaginarios.
¿Cuáles son los autores favoritos a la hora de narrar? ¿Cómo manejan el tema del derecho de autor? ¿Solicitan autorización para contar sus obras?
Creo que nos influimos de las publicaciones de la época, autores que están premiados o tienen acuerdos para publicaciones en el país, como lo es el Fondo de Cultura Económica y el acervo de la Dirección de Publicaciones, que constantemente cambia por los periodos de gobierno. Narramos de todo. En general hay dos criterios, por un lado el repertorio y elección de cuentos del narrador oral, que puede juntar autores y publicaciones de varias épocas y autores, porque su sesión gira en torno a un tema, o bien por encargo en donde se desempeña, que va desde salas de lectura, bibliotecas, librerías, jornadas con editoriales, ferias, festivales, etc. donde solicitan sea narrado el material que tienen o promueven. Algunas ferias, solicitan que narres cuentos que promuevan su colección, algunas con una excelente curaduría y mucho material para poder escoger y contar, cuyos derechos autorales, no son un problema.
Hay quienes narran puros cuentos clásicos y hay quienes narran puros contemporáneos.
Creo que falta comunicación con los autores, es un país grande y no todos los cuentos son nacionales. Lo que sí, en la mayoría de las sesiones de cuentos, se dice el autor y la editorial, y aunque sea una versión adaptada a la narración oral, se hace mención del cuento original.
Hablemos de festivales.¿Cómo se organizan, qué características tienen en tu país?
La mayoría de los festivales especializados en narración oral, son independientes, aunque tengan convenios, subvención o financiamiento del estado. Son iniciativas de organizaciones, colectivos y agrupaciones con mucha o poca trayectoria que año con año emprenden en realizar una buena programación de narradores nacionales y extranjeros, además de charlas y talleres. Hay grandes proyectos consolidados desde hace tres décadas, como FINO Cuentalee, AMENA AC y Palabras al viento, entre otros, a lo largo y ancho del país. Cada uno, tiene sus encantos y maravillas. Algunos festivales los organiza el estado a través de sus instituciones, pero a mi punto de vista, los mejores son las iniciativas independientes y comunitarias.
En todos los estados existen festivales culturales del estado e independientes, estatales y locales, y en su mayoría, contemplan dentro de su programación la narración oral.
También tenemos ferias del libro en todo el país, donde algunas contemplan la narración oral dentro de su programa al público, con sus excepciones de libros de ciencias, que a veces pueden tomar en cuenta a la narración oral.
Existen también en casi todos los estados, jornadas y caravanas, que se realizan de forma eventual, dependiendo quien las promueva o financie, como es frecuente se diluyen por falta de presupuestos, continuidad por cambio de gobernantes o voluntad política.
Digamos que el país está lleno de opciones de todo tipo, donde se contempla la narración oral, o especializados y temáticos, sin embargo, habemos más narradores que festivales.
Tenemos mucha oferta cultural, pero el país es tan grande y diverso, que demandamos más allá de la oferta que existe. Nos falta mucho por emprender y abarcar.
¿Qué es para vos, contar cuentos? ¿Qué es la Narración Oral?
Para mi, la narración oral lo abarca todo. Contar cuentos e historias de la tradición oral. Narraciones basadas en autores. Espectáculos de narración oral, con más elementos de interdisciplina, nuevas tendencias de narración oral, fusión con otras disciplinas escénicas, como danza, cabaret, música, etc.. Narración oral con mediación de lectura y fomento lector. Video-narraciones. También es academia, investigación, centros de formación, publicaciones, foros, charlas, círculos, conferencias y otras opciones para compartir conocimiento y reflexionar sobre el tema. Desde luego es cuentacuentos. Contar cuentos requiere de conocimientos de todo tipo, empíricos o escolarizados, todos ellos forman parte de un contador de historias. Creo que muchos, cuando menos en mi país dividen la narración oral de contar cuentos, porque, aunque se realiza la misma acción de contar un cuento a través de la oralidad, el cuentacuentos a veces tiene contenidos comerciales, clichés y réplicas de las grandes empresas del entretenimiento.
Contar cuentos para mi, es narración oral, aunque en la narración oral se puede integrar otras formas literarias que no son exclusivamente el cuento.
Cuéntanos cómo comenzaste a narrar. ¿Quiénes fueron tus maestros? ¿Qué es lo que tiene que tener el cuento para que sea perfecto para incorporarlo en tu repertorio? Con la pandemia, ¿cómo sigue el trabajo de los narradores?
Tratare de responder por pregunta, porque me parece que son varias y distintas, aunque en el mismo tenor.
Comencé a recitar desde niña, y a leer en voz alta. Luego comencé a ser narradora oral hace unos veinticinco años, primero como lectora en voz alta y tomé talleres en el Instituto de Cultura del Distrito Federal, tuve un libro club y ahí practique bastante, pero antes de este primer curso de lectura en voz alta y narración, fui maestra de preescolar desde los quince años, primero de auxiliar, luego interina y luego tuve grupo durante cinco años. Crecí en una escuela, mi madre tenía un colegio privado, cuyo sistema era escuela activa. Aprendí en la observación y la práctica, que la narración oral, es una de las mejores herramientas pedagógicas para abordar temas. Al principio trabajé con mi madre, después en el Gobierno del Estado de México y colegios privados. A diario, sin ser consciente del todo, abordaba los temas con cuentos. Fui maestra de taller de ciencias del Sistema de Aprendizaje Operatorio también en preescolar, y diario, contaba historias de animales y fenómenos de la naturaleza, de esa forma era divertido para mi y para ellos. Sin embargo era una herramienta didáctica, pedagógica y metodológica. Creo que ahí comenzó. Posteriormente fue el libro club, luego comencé a dar sesiones para el Programa Alas y raíces a los niños mexiquense, y seguí narrando en donde me invitaran. Antes, no me acerqué al gremio de la narración oral, porque me formé como gestora cultural, casi a la par, y gran parte del tiempo me dedico a ser coordinadora o líder de proyectos artísticos y culturales. En la narración oral, soy autodidacta, y cada año curso un taller de actualización de artes plásticas, de narración oral y de gestión cultural, el año pasado tomé talleres con Mamita de León, Claudio Ledesma y Sakiko Yokoo, Y este año con Hena Carolina, Armando Trejo y creación literaria con Mauricio Carrera. Nunca se deja de aprender, es bueno actualizarse.
Cuando voy a seleccionar un cuento, lo primero que busco es que salga de la línea, que tenga puntos de ruptura, ópticas de imaginarios distintos, ya sea por el tema, por los personajes, por que habla de diversidades o es un anti-cuento. También me gustan los cuentos cortos, repertorios que permiten saltar de un cuento a otro dejando descansar al público, aunque admiro esos montajes de un solo cuento largo. Mi estilo es de chismosa, me gusta hacerle creer al espectador, ya sea en su asiento o a través de la cámara, que sucedió, meterlo a la ficción. Me gusta apropiarme de los cuentos y contextualizarlos a mi entorno o el de mi público. También me gusta contar anécdotas de personas que me cuentan o me pasaron, sobre todo las de fantasmas, me gustan más que las leyendas, incluso me encantaría que se volvieran un imaginario colectivo como las leyendas, sería feliz de escuchar en alguien más qué pasó eso.
Yo formo parte de la Compañía Fonámbules del teatro, somos una familia de comediantes que desde hace veintiséis años hacemos teatro en interdisciplina. Convivir a diario con mi familia, me ha generado muchas posibilidades, porque el clown es una de las técnicas base de nuestra compañía. Mi narración oral siempre gira en torno a la comedia, soy chistosa de forma natural. Últimamente trato de hacer otros géneros, ya que siempre cuento para niñas y niños, lo cual es mi fuerte, pero he empezado a narrar relatos eróticos o trágicos, tengo mucho que explorar aún. Siento que aunque llevo varios años narrando, soy nueva en la narración oral.
Miro dos lados del confinamiento por el COVID 19.
Por un lado, está fatal. La pandemia nos paralizó. Vivimos incertidumbre, falta de ingresos y trabajo. Muchos programas cancelados y proyectos caídos. Fondos de cultura destinados a otras áreas. Un panorama triste para el sector cultural y educativo.
La narración oral se lleva a cabo en lo colectivo, escuelas, bibliotecas, salas, teatros, etc. espacios cerrados, donde las opciones se reducen y modifican. Quienes se dedican solo a narrar, y no se metieron a la fila de los pocos contratados, o forman parte de la mafia cultural, no les está siendo nada fácil el confinamiento.
Esta situación, ha generado una rápida mudanza a las actividades on line, con los retos que representa el analfabetismo digital, aun para los millennials, porque no hay lugar a donde la tasa de transferencia o transmisión no esté saturada, o los dispositivos no sean ideales.
Por otro lado, la narración oral encontró en las redes sociales, un espacio de visibilización importante. Quienes no se dedican a la narración oral, están contando cuentos para expresarse. Y es que la narración oral no se hace en lo colectivo, como otras disciplinas artísticas, por eso existe tanta producción de cuentacuentos en las redes. He visto con gusto, crecer canales, páginas y seguidores de proyectos, muchos narradores producir con habilidad, generando espacios de expresión, comunidad y academia en lo virtual. Ha sido muy grato contar con públicos de muchos lugares del mundo, y ser espectadora de otros creadores de américa latina y tejer redes. Esta mudanza apresurada y caótica en sus inicios, ha ido tomando forma y rutas para su desarrollo, de manera más sencilla, que a otras disciplinas, que no pueden llevarse a cabo desde casa. Digamos que los imaginarios, circulan ahora por las redes, y aunque digamos en el gremio, que hay demasiados video-cuentos, son pocos comparados con videomemes de youtube y tiktok. Celebro el nivel de participación, cada vez mayor y de todo tipo de calidades y contenidos.
En la comunidad virtual, también tenemos mucho que hacer, y emprender para tener mejores resultados.
Puedes dejarnos tu página Web o tus redes sociales para que los lectores puedan contactarse contigo
Desde luego me encuentran en Facebook: @PenelopeRiveraAc También en Instagram: @penelope-rivera-ac
Y para terminar: Un deseo que quieras compartir con nosotros.
Deseo que se acerquen a la narración oral, ya sea como público, utilizando la narración como una herramienta que fortalezca su trabajo, para ser profesionales o simplemente como un espacio de expresión, para seguir contando las miles de historias que aún no han sido narradas.
Agradezco la entrevista y mando un abrazo fuerte desde esta coordenada.
Muchas gracias a tí, Penélope. Siento que me envuelve ese tono mexicano, ese decir bello en cada una de tus palabras. Que los cuentos nos encuentren y las historias nos sigan hermanando.
Un nuevo ciclo de conversaciones con diferentes referentes de la narración oral.
Ellas en sus redes definen así, que es CANOA: «Una canoa es una embarcación pequeña que se mueve con el impulso de la fuerza humana. Quienes la propulsan con palas de madera de una o doble hoja, se ubican en ella mirando hacia el destino». Subamos a este viaje de palabras, de reflexiones y de encuentros. La invitación parte desde Argentina para llegar acompañados a diversos países.
¿Quiénes son las integrantes de CANOA? ¿Se pueden presentar?
Somos Sasa Guadalupe y Laura Finguer
LF: siempre me definí como narradora oral pero hace un tiempo que la palabra cuentera se me viene acercando. Soy parte del dúo Verdevioleta Cuentos con Silvina Mennuti, con quien hacemos presentaciones y damos talleres. Ahora, estoy en este proyecto con SASA haciendo andar la CANOA.
SG: cuentera, por qué? Porque creo que la palabra Cuento es amplia y tiene dentro de todas sus redondeces todas las historias desde el principio de los tiempos; todo cuenta y todo nos contamos, el día, la vida, una anécdota, una leyenda, la familia, un mito, la historia, saberes, un libro y … y puedo seguir con las expresiones que «nos cuentan» el teatro, la música y…y las actuales que podemos seguir nombrando, porque de lo que hablamos es de transmitir algo de lo que nos pasa. Eso es cuento. Como Laura hago varias cosas, pero de las que son de esta olla: hago recopilación oral y por eso llegué a crear el Encuentro Anual Int. De Trad. Orales TANTA oralidad, me nutro de todas las fuentes que me rodean para gestar espectáculos y repertorios que realizo (casi permanentemente) en gira, para todas las gentes. Comparto talleres y estas inquietudes que sugerimos en CANOA las tengo desde siempre. No pierdo oportunidad de formación y de mantener estas charlas con estxs y otrxs colegas. La pandemia nos sacó del encuentro presencial y nos mostró esta posibilidad de hacer uso de la red para materializar estas conversaciones que veníamos deseando con Laura Finguer.
¿Cómo surgió la idea?
CANOA surge de conversaciones que teníamos entre nosotras y con otres colegas en las que intercambiábamos búsquedas personales, preguntas, reflexiones acerca de la praxis en el oficio y en nuestro hacer.
Nació de la necesidad de expandir el ámbito de esas conversaciones a otres a quienes podría interesarle no solo contar y/o escuchar historias sino bucear en el oficio y profundizar acerca de diversas cuestiones que hacen a la práctica y al pensamiento que nutre el hacer. Para eso invitamos a colegas a quienes les pedimos que aborden específicamente algunos tópicos que son sobre los que veníamos conversando entre nosotras y con la mayoría de elles. Cada invitade puede abordar cada uno de los tópicos que en esta ocasión queríamos compartir, pero le pedimos a cada une que desarrolle uno en particular por lo que en sus trabajos personales plantean.
¿Qué significa CANOA?
CANOA significa Conversaciones Acerca de la Narración Oral Actual
Ya dieron los primeros pasos el 25 y 26/7, abriendo el ciclo José Campanari y Yoshi Hioki. ¿Cómo fue la experiencia? ¿Se cumplieron sus objetivos en relación a la propuesta de CANOA? ¿Y en relación al contenido de la conversación de los invitados? ¿De las personas que asistieron a la sala de Zoom?
Primer viaje CANOA
La experiencia viene siendo muy intensa. En cada encuentro la sala agotó su capacidad rápidamente y fue una alegría saber que efectivamente hay mucha gente que siente inquietud por ampliar la mirada y la escucha hacia temas que invitan a reflexionar, a preguntarse, a cuestionar/se sobre el oficio de contar
¿Qué otros invitados tienen agendados? ¿Nos pasarían las fechas para que los lectores puedan tomar nota?
El 8/8 a las 16:30 estuvieron Itziar Recalde Luzurraga de País Vasco y el 9/8 a la misma hora Claudia Stella de Argentina hablando acerca de las fuentes de nos nutrimos al contar. El 22/8 y el 23/8 vendrán Walter Díaz Ovalle y Diana Tarnofky y en septiembre Juan Madrigal y Rosana Reategui y dos invitadas más que en estos días estaremos confirmando.
¿Qué temas son los que más les interesaría profundizar? ¿Por qué?
Para este primer recorrido de CANOA los temas que nos planteamos son: la narración oral escénica, las fuentes de las que nos nutrimos quienes contamos; el cuerpo/la voz en la narración: el uso de otros recursos; contar cuentos populares, contar cuentos literarios. Son temas que surgen de las preguntas que nos hacemos: en nuestro hacer como cuenteras/narradoras, qué contamos, cómo contamos, para quiénes contamos, con qué contamos, entre otras.
¿Cómo ven ustedes el movimiento de narradores en la Argentina?
Vemos que hay muchas personas narrando en todo el país y muchos talleres para iniciarse en la narración o para quienes ya narran. También hay festivales y actividades variadas que se desarrollan independientes unas de las otras (salvo algunos casos aislados), lo que es llamativo en una actividad que desde su origen es «comunitaria». Existe la Asociación de Narradores Argentinos que nuclea a sus asociados y el Colectivo de Narradorxs Orales en Argentina. Pero si por movimiento pensamos en una grupalidad que comparte criterios estéticos y prácticas o que consensúa actividades, no creemos que podamos hablar del Movimiento de la Narración en Argentina.
Este ciclo virtual ¿comenzó para quedarse, continuará luego del confinamiento?
En principio el recorrido será hasta septiembre. Este espacio de reflexión “soporta” el formato virtual y da la posibilidad de tener entre nosotres a colegas de distintas partes que de otro modo sería complicado o con altos costos, lo cual nos invita a pensarlo con cierta continuidad.
¿Cuáles son sus expectativas del ciclo?
Que sea una puerta para quienes se acerquen; que despierte inquietudes; que invite a seguir reflexionando; que nos ayude a seguir pensando el oficio.
Algún deseo que quieran contar.
Que siga habiendo deseo.
Que sigamos creciendo.
Para tener información acerca del CicloCANOA pueden contactarse al mail canoaconversaciones@yahoo.com y por FB/Instagram de Sasa Guadalupe ó de Verdevioleta Cuentos
Muchas gracias Sasa y Laura por tomarse un tiempo para responder cada una de las preguntas. Las felicito por invitarnos a navegar junto a reconocidos invitados del mundo de La Narración Oral para re-pensar nuestro oficio. Las preguntas nos hacen reflexionar o volver a mirar desde diferentes puntos de vista a la Narración Oral y esta actividad que nos proponen Sasa y Laura, hace muy bien a los narradores, más en estos momentos que nos detiene al encuentro presencial, que nos mantiene estar encerrados en casa. Creo que CANOA es otra manera de perfeccionarnos, es más, estoy segura!
No se las pierdan, la plataforma de los encuentros es por Zoom, anoten las próximas fechas, y preparen sus remos para navegar en CANOA, nos vemos en el viaje.
Contamos desde siempre. Desde tiempos antiguos. Contamos y escuchamos. Cada uno con sus formas y ritmos, con su propia experiencia de vida. Contamos y viajamos donde suceden las historias. Contamos y resonamos en el otro. A veces los cuentos nos develan sus secretos, nos ayudan a comprender sobre los ciclos de la vida, otras veces, nos los cuentos nos usan a nosotros como vías para llegar a otros seres o a otros lugares del mundo. No hay un modelo a seguir, pues son los cuentos quienes nos eligen para ser contados a través de nuestra propia voz, todos somos innatos.
Las historias tienen siempre “ese gusto” diferente
Sobre todo si son reales y pasaron hace mucho tiempo. Es que los hechos pueden trascender gracias a estas narraciones, que pueden ser orales o escritas.
Hay algo que siempre llama la atención en los pueblos alejados de las metrópolis y son los relatos populares. En ellos se cuentan cosas que ocurrieron hace mucho o bien que explican un suceso en particular, como son las leyendas. Van mucho más del entretenimiento y la diversión porque sirven para conocer más sobre una cultura, un evento, una tradición.
Los neurocientíficos y psicólogos están analizando por qué nos gusta contar y escuchar historias, sin importar la edad que tengamos. Al parecer, nuestro cerebro está programado para disfrutar de cualquier relato porque influyen directamente en nuestras emociones y reviven momentos del pasado, ya sea propio o de una nación o pueblo. Una narración entonces nos genera una “conexión”, una “identificación” y por eso es que nos encantan.
Muchas de las preguntas que se plantean los expertos tienen que ver con nuestra historia como animales en sociedad. Nos gusta contar historias sobre otros y para otros. Nos ayudan a informar sobre lo que ocurrió u ocurre en nuestra comunidad, por más que sea un hecho imaginario. Permite a la vez interactuar con otras personas, que nos presten atención, enseñar sobre algo en particular. Además, los cuentos tienen el poder de la persuasión y motivan a experimentar diversas emociones y hasta de generar empatía.
Una fábula es algo universal, no sabe de épocas, costumbres, idiomas o religión. En todas las culturas de la historia se han desarrollado por diversos motivos. Los antropólogos encuentran todo el tiempo cuentos populares en una cueva, un pedazo de cuero, un campo con piedras, etc. Pueden estar en sánscrito, en sumerio, en egipcio o en latín, pero lo cierto es que todas las civilizaciones humanas entretejieron sus propias historias, muchas de ellas, similares entre sí aunque las separan siglos o miles de kilómetros.
En la antigüedad era común que se narrara sobre lo ocurrido ese día o bien sobre un hecho “destacado” de la comunidad: las salidas de caza, las recolecciones históricas (por llamarlas de algún modo), el momento en que entre dos hombres pudieron hacerle frente a un mamut, etc. También era frecuente contar sobre los fenómenos naturales en forma de leyenda, como ser por qué la luna es redonda algunos días del año, el poder de la lluvia o las razones por las que sale el sol cada mañana.
Los orígenes de los cuentos pueden tener una relación en nuestro pasado evolutivo. Han pasado miles de años y la mayoría de las personas afirman que las mejores historias son las que se transmiten de generación en generación, las que no suelen estar escritas. ¿Por qué? Básicamente porque tienen algo diferente, una interpretación del que las narra, un poco de emoción y hasta de ficción. El “transporte narrativo” como lo llaman los psicólogos es el que permite viajar por el tiempo, imaginar que estamos en ese preciso momento en que sucede la historia, involucrarnos con el personaje principal, entender por qué actuó de una forma y no de otra, etc.
Las tres ideas que hasta el momento se han desarrollado en relación a la empatía por contar y escuchar cuentos
1-Relatar o narrar es inherente a todo ser humano, algo universal. Las historias contienen temas en común a cualquier civilización, sin importar el momento en que aparecieron, el idioma, el lugar o la religión o creencias.
2-Las características de los relatos y la afición natural por ellos nos revelan algunas claves sobre la historia evolutiva del hombre, así como también el origen de las emociones y la empatía, todas presentes en nuestra mente.
3-Los estudios sobre el poder que tiene la narrativa para influir en las ideas y creencias todavía tiene un largo camino por recorrer, pero hasta el momento han descubierto cosas fantásticas, como por ejemplo los análisis mentales que hacemos, la relación e identificación que tenemos por esa historia en particular según nuestras experiencias y vivencias y cómo podemos aceptar ideas nuevas.