En estos tiempos de Covid- 19 donde los niños de Argentina, y el resto del mundo, están en sus casas desde el mes de febrero, con distanciamiento social preventivo obligatorio. Dicen en las noticias que algunos pequeños están manifestando trastornos de ansiedad, miedos, se observan cambios en sus conductas. Sabemos que están tomando clases a través de la virtualidad, que están aislados de otros niños y sin los abrazos sus familiares mayores, sus abuelos. No podemos cambiar esta «nueva normalidad» que no tiene con certeza fin, pero si nosotros, los narradores, podemos buscar o incorporar en nuestros repertorios los cuentos de humor. Narrar estos cuentos para provocar la risa.
Todos sabemos que existen estudios médicos y científicos que demuestran las propiedades y efectos beneficiosos que ejerce la risa en nuestro organismo. El humor es un mecanismo fisiológico para enfrentarse al estrés, para superar situaciones que nos producen miedo, angustia, duelo… La risa y el humor nos hace incrementar la sensación de control sobre este tipo de situaciones, generando un estado de bienestar psíquico y físico que nos sirve de terapia. Porque la risa es terapéutica: beneficia al sistema inmunológico, oxigena la sangre, libera tensiones, produce relajación muscular, y previene enfermedades cardiovasculares, hipertensión, dolencias estomacales y gastrointestinales, cáncer, y ayuda a enfrentarse a los fracasos, a las derrotas y a disfrutar de las metas conseguidas.
¿Qué les hace reír a los niños y a las niñas?
Cuando son bebés, ríen por imitación. Más adelante, cuando tienen uno o dos años, se ríen al ver algo inesperado, poco habitual, o cuando algún adulto les hace cosquillas, gracias, sonidos raros, muecas, gestos graciosos. A partir de los tres años, cuando ya han adquirido cierto dominio del lenguaje, aparece el sentido del humor verbal, se ríen de y con las palabras. En general, los niños se ríen de: -La sorpresa.-Lo insólito.-Lo disparatado.-Lo inesperado.-Las exageraciones.-El equívoco.-La inversión.-Las transgresiones a las normas lingüísticas, lógicas y sociales cotidianas.-La ambigüedad.-Las situaciones impredecibles.-Las palabras inesperadas.-Los finales sorprendentes.-Las imágenes chocantes.-Las travesuras.-Los errores o equivocaciones.-Los temas tabú, prohibidos o escatológicos.-Las críticas o burlas a la autoridad de los adultos.-El absurdo.-La ironía.-La parodia.
Humor y Literatura Infantil
Todos sabemos bien que para que un cuento enganche a los niños y niñas debe combinar varios ingredientes: -Personajes y conflictos con los que se sientan identificados. -Aventuras, misterio… -Humor. Y es que el humor, a través de la Literatura, también ejerce sus beneficios: favorece el buen desarrollo de los niños y niñas, facilita su socialización, estimula el lado cognitivo, sensorial, emocional y expresivo, les ayuda a madurar y crecer, a ser lectores capaces de interpretar los textos de una manera crítica, desde sus múltiples sentidos… Y les proporciona bienestar y ganas de reírse con el lenguaje y de disfrutar, que es de lo que se trata. El humor y la ironía son recursos presentes en muchos libros infantiles. El humor permite crear situaciones imposibles, tramas enredadas y circunstancias inesperadas que sorprenden a los pequeños lectores y que, sobre todo, les permiten conocer herramientas y estructuras que despiertan su imaginación y su creatividad. Los cuentos de humor divierten a los niños, les invitan a imaginar situaciones increíbles (que pueden ser más o menos reales) y a descubrir la lectura como una actividad fascinante con la que pueden ver lo que les rodea de una manera diferente. El humor es un elemento común en los libros para niños de 9 a 11 años, pero también es un recurso que aparece en historias dirigidas a niños más pequeños, que ya disfrutan con situaciones cómicas y exageradas.
Aprovechar el tiempo de COVID-19 para reflexionar sobre nuestro oficio.
Con la llegada del COVID-19 todo se detuvo. Nuestras vidas se tuvieron que adaptar a la quietud y re-inventarnos. Antes la vida cotidiana se basaba en la velocidad. La velocidad con la que tomabamos todo lo que necesitabamos y la que utilizabamos para eliminar todo lo que ya no nos sirvía. Todo tenía que estar listo para acelerar los acontecimientos, incluso las imágenes ya estaban hechas, creadas por otros, de manera que nos ahorrabamos el tiempo y no inventebamos imágenes nuevas y personales. Pongamos por ejemplo, las que se ven en la televisión, que detienen el pensamiento, colonizan los sueños y los deseos. No tengo nada en contra de las imágenes, por supuesto sirven, y son de gran alcance porque activan todas las funciones psico-físicas humanas. Pero hay una enorme diferencia entre las imágenes que vemos con nuestros ojos y las que se forman en nuestros pensamientos mientras que alguien nos cuenta algo.
Bruner afirma que narrar renueva la vida social porque permite el continuo «mercado de los significados«. El desarrollo del pensamiento crítico nace en la conciencia y en la capacidad de descentralizarse para escuchar activamente. Hasta hace cuarenta años había la tradición de contar cuentos de hadas, anécdotas, poemas. Los niños no tenían prisa. Cuanto más largo era el cuento, más tiempo los niños podían quedarse con los adultos a escuchar. Había una investigación del significado. Hoy en día por lo general, ya no se cuenta en las casas. A menudo se leen los cuentos a los niños o se les deja solos delante de un libro, o se les brinda un celular o tablet, para que vean historias a través de narradores virtuales.
Creo que es tiempo de reflexión, de aprovechar este estar en casa, aprovechar esta «nueva normalidad» para detenernos a revisar nuestro oficio y por qué no, volver a invitar a entrar a las casas la palabra, las historias familiares, los cuentos que alguna vez alguien nos contó para contárselos a nuestros hijos, alumnos, nietos, sobrinos sin darles todo masticado, todo procesado, solo utilizando nuestra voz, invitándolos a escuchar.
La narración como hospitalidad
La narración es una forma avanzada de hospitalidad y marca en lo profundo tanto a los que narran como a los que escuchan. El narrador nos da la bienvenida para entrar en su mundo y se declara disponible para interactuar con el mundo de los oyentes: los invita y también se deja invitar. La reunión entre narrador y oyente estimula a los dos. Es una página escrita que se vuelve algo vivo. Es el gusto de leer escuchado. En realidad lo que pasa es un intercambio, por medio de esta actividad también el escritor se enriquece. Un autor no puede considerarse aislado, es parte de una comunidad, vive dentro de una sociedad y tiene que ser parte de ésta, interactuando con los demás con sus obras.
La narración como una invitación a la decisión
Hay comunicaciones que no tienen sentido, que no te dejan nada. Por ejemplo las conversaciones hechas en las salas de espera o en los asensores, las palabras vacías entre desconocidos pronunciadas en un acontecimiento en un tren. La narración es otra cosa, busca la interacción. Un fuerte vínculo que une los acontecimientos contados al pasar inexorable del tiempo, nos invita siempre a “estar listos”, sin perder la concentración. Eventos insignificantes se convierten en algo que merece nuestra participación. La historia contada se refiere al interlocutor con la misma intensidad con la que el narrador siente su participación. El oyente es empujado hacia esta aventura, porque se siente como si fuera parte del cuento. La fuerza de la participación no deriva de la agudeza de los conceptos. Son los hechos evocados por una ola emotiva que nos lleva a sentirlos nuestros, a pesar de que los protagonistas sean muy lejanos. El narrador ama la realidad contada y lo hace de manera que los demás la amen también; por eso, se vuelve una invitación a decidir individualmente: «¡Ten cuidado! Tu también tienes algo que ver con la historia.» que supera la tentación de la indiferencia. El narrador pide una decisión valiente y arriesgada: estar a favor de la lógica de la historia o no. No lo hace severamente, simplemente pide una decisión, mientras que cuenta su historia.
Lanarración como una sorpresa
A través de la narración tienes la certeza de que tendrás participación por parte de los demás porque tiene la capacidad de sorprender, de poner en discusión su propio mundo, desconocido e indescifrable. Los que aceptan experimentar el vértigo de la sorpresa, tienen la capacidad de exponerse delante de lo que no conocen. La narración es capaz de crear maravillas porque se extiende hacia una aventura que todavía no se ha experimentado. Y eso con una secuencia que nunca es igual, es lo mismo que pasa cuando se intenta demonstrar un teorema de matemáticas. En la infinita sucesión de eventos reales, la historia sólo elige algunos y los organiza de una manera que sigue siendo “cuento”. Se enfrenta con una realidad considerada más amplia y más solemne de la que es contada.
Entonces que esperas… abre la puerta, deja que los cuentos entren por las ventanas de tu casa y cuenta. Crea imágenes, deja que el que te escuche cree las propias y vuelve a contar. Así la vida en estos tiempos de confinamiento pasará más rápido y estoy segura que pronto volveremos a vernos y abrazarnos en los escenarios, sean plazas, bibliotecas, aulas, teatros.
Si tienes la fortuna de tener a tus padres o abuelos vivos, no te pierdas la oportunidad de disfrutarlos y aprovechar todo lo que tienen para dar y contar.
En esta época donde los adultos mayores deben hacer el mayor sacrificio y esfuerzo al quedarse dentro de sus casas, privándose del abrazo y los cariños de sus seres queridos a causa del Covid-19, quiero invitarlos a cambiar y aprovechar estos días para darles valor a sus palabras y el lugar que los mayores tienen en su familia y en su vida.
Una característica particular de los adultos mayores de hoy es que pertenecen a una generación muy especial. Por un lado, muchos atravesaron los momentos históricos más significativos del siglo XX y los enormes desafíos de una migración. Eso llevó a algunos de ellos a tener vidas increíbles, muy distintas a las nuestras. Por otro, se trata de la última generación de vida esencialmente analógica, cuyas historias casi no están documentadas. Cada persona mayor que se va se lleva para siempre una multiplicidad de vivencias e historias, únicas e irrecuperables. Por eso, nosotros los narradores debemos darles voz, ser el instrumento para que esas historias sigan vivas, revivirlas para que las nuevas generaciones conozcan las costumbres de sus antepasados . En las historias familiares hay mitos, secretos, mentiras con las que se entretejen las vidas de padres e hijos, tíos, primos, sobrinos, abuelos, pero que todos aceptamos porque sentimos una gran familiaridad incluso con las fantasías de nuestros ancestros, o de parientes contemporáneos en quienes, mal que bien, nos reconocemos. El mismo acontecimiento puede ser recordado de manera completamente diferente por dos personas que lo presenciaron, que escucharon las mismas palabras, vieron los mismos gestos de los protagonistas y, sin embargo, sus interpretaciones difieren radicalmente. Creo que esto ocurre porque cada uno de ellos mira el acontecimiento desde su propia subjetividad, y ésta le impone el color del cristal con que lo mira, y el tono a las palabras que se intercambian. Al reconstruir esas anécdotas familiares podemos agregarle los dos puntos de vistas o bien recrear la historia, con el solo fin de quien escuche esa historia, se sienta identificado o sienta empatía con los diferentes personajes.
Por eso te propongo que busques los momentos para llamarlos, para escuchar sus relatos y sus visiones. Allí se esconden claves de tu pasado y de tu propia historia. Una buena manera de hacerlo es filmar conversaciones para documentar sus pensamientos y recuerdos y que también esté disponible digitalmente para sus descendientes. Muchos de sus objetos tienen el valor enorme de las circunstancias que atravesaron: manteles bordados a mano por bisabuelas, objetos traídos con ellos en los barcos. Si no nos cuentan su origen, parecen simplemente otro mantel o otro artefacto. Finalmente, algo similar, ocurre con las anécdotas escondidas en cada foto: no basta con escanearlas, si no sabemos quién es quién y qué estaba pasando. Enlaza cada foto con su relato.
Te invito a empezar ya a revalorizar a los adultos mayores y sus visiones e historias. Por un lado, porque así estarás contribuyendo a cambiar esta realidad que les toca vivir hoy y por otro lado tendrás muchos relatos para agregar a tu repertorio como narrador. Si sos joven, no solo estarás ayudando a mejorar la situación de quienes te han criado. También estarás luchando por sus derechos, al darle voz a un tiempo pasado. Por otro lado, evitarás que todo lo que tienen para contarte sobre ellos, sobre el mundo y sobre tu propia historia familiar algún día se pierda. No dejemos pasar la fortuna de su presencia ni la riqueza de sus perspectivas y memorias.
“Las historias orales en la familia promueven la apreciación por escuchar y contar historias y crean lazos que unen a las generaciones”.
Thomas Kuhn, Historiador y filósofo Estadounidense.
En esta oportunidad hablé con Germán Jaramillo Duque– Para conocer detalles sobre el 34 Encuentro de contadores de historias y leyendas – Buga 2020, Colombia. Que se llevará a cabo del 20 al 26 de Octubre en estos tiempos de pandemia.
Germán Jaramillo Duque
No conozco personalmente a Germán, pero sí por comentarios de otros narradores que han asistido alguna vez a sus Encuentros. También a través de las redes sociales. En estos días veía sus promociones por Facebook del Encuentro, al leer que cambiaba de presencial a virtual le pedí su mail para escribirle unas cuantas preguntas que daban vueltas por mi cabeza y él muy amablemente aceptó contestarlas.
Tiempos virtuales & Encuentro de narración oral.
Comencemos!
¿En qué año comenzó este Encuentro tan reconocido en el mundo de los narradores orales? ¿Nos puede contar cómo surgió? ¿Cuántas personas eran los responsables de la logística del evento? ¿Cuántos narradores asistieron?¿De qué países?
Unos de los primeros Encuentros de Buga.
El encuentro de contadores de historias y leyendas, inicialmente conocido como encuentro regional de contadores de historias y leyendas nació como una estrategia de recuperar la tradición oral en riesgo, como consecuencia del acelerado urbanismo en el que entró nuestro país a partir de los años sesenta, pues a las personas mayores, depositarias de esos relatos, se las estaban llevando a las grande ciudades en las que las condiciones impiden la comunicación permanente. En sus inicios al encuentro solo asistían, en calidad de participantes, personas muy mayores y por eso el área de influencia inicial del encuentro era el departamento del Valle del Cauda, en Colombia. Hacia finales de los años ochenta y promediando los años noventa comenzó a fluir en Colombia un movimiento de narración oral que nos sugirió extender la convocatoria hacia otros lugares del país, permitiendo la presencia de participantes jóvenes siempre y cuando su temario tuviese relación con historias populares y de tradición oral. La primera versión del encuentro en la que participaron narradores orales extranjeros se produjo en el año 1994. En este momento hay cuatro países en América latina en los que la narración oral promete mucho dinamismo, Son ellos: Argentina, Colombia, Cuba y México. Estos países estuvieron en el primer encuentro de carácter internacional. A partir de entonces empieza a llamarse encuentro de contadores de historias y leyendas. A lo largo de 34 años de actividad (hubo un año en el que no se llevó a cabo) han pasado por Buga alrededor de seiscientos contadores de historias de diferentes características. La organización cuenta con una revista digital cuyo objetivo es promocionar la narración oral en todo el continente.
¿Cómo se organizaba hasta el año pasado? ¿Qué características tenía?
El encuentro de contadores de historias y leyendas siempre ha sido presencial, porque uno de sus objetivos fundamentales es la integración. Este es un evento en el que no se promueve la competencia. Cada año la organización selecciona en promedio 22 narradores orales con los cuales se inicia un proceso de integración un mes antes del encuentro, de manera que cuando se realice ya exista una cercanía conceptual entre quienes vienen a participar.
Este año 2020, comenzó diferente con la llegada del Covid-19 y todo se ha reinventado en el mundo entero. Por ello el 34 Encuentro de contadores de historias y leyendas – Buga 2020 será virtual. ¿Qué ha cambiado en grandes rasgos?
Flyer convocatoria – mismo año distintos meses
Nos hemos visto obligados a hacer una convocatoria para realizar un encuentro bajo la modalidad denominada virtual, pero cuidaremos los detalles para impedir que sea una muestra rutinaria, pues aparte de que será en tiempo real, cuidaremos que durante los días de desarrollo se den las posibilidades de integración entre los participantes. No será un encuentro masivo, desde el punto de vista de la participación, pues, como en años anteriores, habrá una selección rigurosa de participantes y solo estos podrán participar en los espacios diseñados para las funciones centrales.
¿Tiene financiación y apoyo del Estado de su país? ¿Para qué usaría esos aportes? ¿Para qué público está destinado el Encuentro? ¿Se venden las funciones por Streaming a las escuelas? ¿Se les paga un arancel al narrador que participa? ¿Qué tecnología se utilizará?
El encuentro tiene apoyo del Ministerio de Cultura de Colombia y del Municipio de Buga, sede del encuentro. Este año los aportes serán usados estrictamente en la compra de tecnología para garantizar una emisión de calidad. Se pretende llegar a público en general, a través de las redes, para lo cual haremos una promoción constante. Las funciones en centros docentes dependerán si para estas fechas ya se han restablecido las labores en dichos lugares. Ninguna función hecha durante el encuentro tiene costo para el espectador. Nunca se paga arancel al participante, porque el encuentro está realizado por una entidad sin ánimo de lucro y el dinero que recauda es estrictamente para gastos operativos. Cuando el encuentro es presencial se ofrece al participante gastos totales de estadía. Como es la primera vez que haremos el encuentro por medio virtual estamos estudiando las opciones de tecnología para seleccionar la que más garantía nos ofrezca de calidad en trasmisión en todos los sentidos.
¿Qué beneficios cree usted que aporta esta modalidad virtual para nuestra profesión? ¿Cuáles serían las ventajas? ¿Qué desventajas cree que produce?
La modalidad virtual es un mecanismo que, a nuestro juicio debe usarse con medida, porque puede producir el mismo efecto automático de la televisión. Debe ser más un medio de promoción que de emisión permanente. La tecnología no cumple todos los requisitos de socialización necesarios para hacer que entre narrador y espectador se produzca un vínculo generador de huella. Haremos el encuentro virtual este año, para no romper la continuidad y el entusiasmo, pero convocaremos a los participantes de esta versión virtual a participar, de manera presencial, en el 35 encuentro de contadores de historias y leyendas en 2021.
Sabemos que habrá selección, como cada año. ¿Qué requisitos deben cumplir los narradores para participar al encuentro?. ¿Qué criterios se toman en cuenta para la selección?
Este año en particular habrá algo nuevo a tener en cuenta. Cada aspirante a participar debe enviar, de acuerdo con la convocatoria, dos videos, uno con una historia popular y otra con un mito o leyenda de su país. El aspirante a participar debe decirnos cómo llegó al mito que envía, porque uno de los objetivos de este encuentro es mantener un espacio abierto para la expresión de la tradición oral. La convocatoria se encuentra en www.cirnaola.com y cierra el 30 de junio.
¿Qué beneficio cree usted que recibe el narrador que es seleccionado para este encuentro en particular? Porque creo que la riqueza de los Encuentros son los intercambios entre los narradores, el conocer diferentes voces en el convivio, en el estar uno al lado del otro. ¿Cómo se logrará eso desde los virtual?
Lograr un proceso de integración desde lo virtual es un reto, y para enfrentarlo, primero, tendremos un número limitado de participantes, haremos sesiones de reflexión con ellos en tiempo real, e iniciaremos un acercamiento entre ellos, dos meses antes del encuentro, creando una red de whatsapp para que empiecen a interactuar con sus comentarios.
¿Qué condiciones técnicas deberán cumplir los narradores que participen desde sus casas? ¿Se exigirá que los cuentos tengan un tiempo determinado? ¿Se pedirán funciones completas? ¿Cuáles serán los espacios escénicos adecuados para realizar las funciones?
Como en los encuentros presenciales, cada narrador tendrá un tiempo no superior a ocho minutos para contar una historia en el momento que le corresponda. Realizaremos el encuentro durante una semana, para hacer, cada noche, una función tranquila, con una duración no mayor a ochenta minutos, para evitar agotamiento y permitir, además, que todos participen también como espectadores. Si habrá funciones completas, y también dos espacios adicionales, dedicado uno a hacer una jornada de reflexión acerca de la importancia de la narración oral durante la cual cada participante tiene máximo cinco minutos para expresar su punto de vista, y el otro espacio destinado a evaluar el encuentro. La organización espera que cada narrador cuente con las herramientas técnicas básicas para hacer su emisión. Para investigar y decidir sobre ello tendrá más de dos meses. No habrá improvisación en ningún momento.
¿Cómo trabajan el tema de los derechos de autor al grabar los cuentos?
Nunca consideramos este proceso debido a que no se realiza ninguna actividad de tipo comercial con el material. Cada narrador oral hace mención del origen de su cuento, y se estima que cuando el relato se hace oralmente sufre una transformación que lo libera de pagar derechos de autor. Todo relato, cuando se transforma se convierte en patrimonio general.
Algo más que quiera agregar. Nos podría dejar un deseo que quiera compartir con nosotros. Si gusta puede dejar la dirección de su página Web o de sus redes sociales. Además del link de la convocatoria para los narradores interesados a asistir, por supuesto
Nuestra misión, que también es deseo profundo, mi querida Emilce, es hacer una integración permanente movimiento de narración oral, para crear conciencia de su importancia como vehículo de primera línea para la protección de la memoria social de nuestros pueblos. Por eso evitamos que el relato sea un medio más de entretenimiento vacío.
Pueden averiguar por nosotros en el grupo CIRNAOLA de facebok, en nuestrapáginabugahistoriasy en nuestrarevista digitalwww.cirnaola.com en la cual podrán acceder a la convocatoria al 34 encuentro de contadores de historias y leyendas
Es tiempo de re inventarnos. Tiempo dónde lo importante es la salud, nos quedamos en casa, cambiamos hábitos y costumbres. Hoy es momento de reflexión sobre nuestro oficio.
Las redes se llenaron de cuentos
Las redes han colapsado de vídeos llenos de narradores del mundo entero contando cuentos desde sus casas, filmados con los recursos que cada uno tiene, y sus conocimientos de este lenguaje audio-visual. Han aparecido los Vivos, nuevos Grupos enFacebook. Por Instagram aparecieron los IGTV, las historias en Vivos en diferentes horarios.
Además se reinventaron los Festivales Internacionales realizados por Vivos deFacebook y por la plataforma Zoom. Los cuentos con # Hashtags. ¡Todo una revolución!
¿Qué está pasando con la narración oral?
Me surgen inquietudes y preguntas.
¿Porqué este bombardeo de vídeo – cuentos? ¿Tenemos miedo que desaparezca nuestra profesión? ¿Nos favorece tanta exposición? ¿Qué pasa con los derechos de autor al dejar el cuento fijo para siempre? ¿Cuál es la finalidad de los festivales online? ¿Quién consume estos espacios? ¿A quién le estamos contando? ¿Tenemos conocimiento de este lenguaje audiovisual?¿Todo esto suma para nuestra profesión?¿Ganaremos público genuino cuando todo vuelva a la normalidad y nos reencontremos, otra vez, en diferentes espacios como ferias, bibliotecas, escuelas, teatros?
Creo que en los primeros momentos cuando el mundo ha parado de un día para otro, cada cual hizo lo que puedo y lo que quería. Nadie nos avisó que esto iba a pasar, no poder salir de casa para ir a trabajar, nuestras agendas detenidas marcan las funciones suspendidas, festivales y encuentros programados que quedaron frustrados, claro que nos ha dejado muy preocupados. Entonces surgieron acciones como las que describí más arriba, como salvavidas o sogas donde aferrarnos para no ahogarnos en el mar de incertidumbre. Claro que luego de transitar más de 40 días de confinamiento, aquí en Argentina, llega la hora de la reflexión y replanteo. La verdad que todas esas preguntas rondan por mi cabeza y no logro encontrar respuestas para todas, si de algunas, y voy a dar mi opinión. (Espero sus comentarios con sus respuestas debajo de esta nota)
Un día leí que contar es poner algo a salvo
Lo creo. Los cuentos son sanadores porque permiten sentir emociones y transmitirlas. Sentir y encontrar sentido, simbolizar, sublimar e identificarse con ellos. Bruno Bettlheimpone en relieve la función liberadora y medicinal de los cuentos de hadas. Gabriel García Márquezdice que la vida es lo que contamos de ella. Si podemos cambiar el relato, podemos cambiar la vida. Los cuentos y los cuentacuentos son muy importantes siempre, porque el arte sana. Por eso creo que vale todo en estos momentos, pero sin perder el norte. Que cuando esto pase, poder volver a mirar y reflexionar, en relación a qué dejar para siempre y qué borrar. Darle valor a nuestro trabajo, si decidimos grabarnos hacerlo con ayuda de profesionales, que sepan de edición que sean expertos en este lenguaje audio visual, para que nuestras narraciones sean de calidad. Tener mucho cuidado de los cuentos de autor que filmamos con o sin autorización, porque podemos tener un gran problema con este tema. Lo aconsejables es narrar textos de tradición oral los que viajan de boca en boca y de oído a oído.
Aquí se ve la magia del encuentro con la palabra a viva voz.
Estoy convencida que la voz humana, las miradas, la presencia y el calor del encuentro en torno a los relatos generan todo acto vivo que es la narración oral, permiten reavivar esa voz que cuenta, que despierta imágenes y muestra mundos a través de las palabras.
Pero que pasa cuando no hay un otro para contarle esa historia que nos gusta tanto. Cuando nos encontramos enfrente a una cámara de foto o la de algún teléfono, no se a ustedes, pero a mí me saca las ganas de narrar. Lo he intentado pero no me sale, me falta la complicidad del público, creo que no se transmite nada, es como si un cubo de hielo me recorre la espalda, entonces me puse a pensar… y si grabo audios, qué efecto produce en mí y en el que los escucha del otro lado. Lo comparé con otros tiempos, cuando las familias se reunían al rededor de la radio para escuchar esas historias de vidas tan parecidas a las de ellas. Lo probé y me gustó, lo compartí en redes y la devolución fue buena. Ahí la narración entraba perfectamente, se sentía cómoda.
Y comencé a grabar podscat «Regálate un cuento» con los elementos que tenía, un grabador de voz del celular, un lugar dónde no hubiera mucho ruido entonces salieron los cuentos para todas las edades. Buscar el sentido, el para qué, porqué, para quién, supongo que es la clave para que lo que hacemos durante la cuarentena tenga fundamento, base y no traicionarnos en hacer por hacer o con el solo hecho de mostrarnos. De allí también cómo narrar y que cuentos contar, una buena selección, donde la historia sea lo importante. Más adelante cuando esto pase buscaré un estudio de grabación con toda la tecnología necesaria para la búsqueda de calidad.
También creo que es valioso cuando participamos a pedido de alguna organización o organismo que siempre ha tomado la narración de cuentos con el fin sanador, como el caso de Arte y Salud del Hospital de Niños La Plata que muchos narradores habitualmente, también invitados, vamos por las distintas salas llevando historias a los pequeños. Está vez que el Hospital está ocupado organizando y centrado en la lucha contra la pandemia, no pueden olvidar y poner foco en los niños que están en sus casas aislados y de allí surgió la idea de invitar a diferentes narradores a sumarse al «proyecto de Arte y Salud del hospital de niños de La Plata en este presente que nos demanda calma, cuidado y conciencia.”. Les dejo el link para que den una vuelta.https://www.facebook.com/pg/Arte-y-Salud-Hospital-de-Ni%C3%B1os-La-Plata-534984759970705/videos/?ref=page_internal
Miro vídeos de colegas (que disfrutaba de sus espectáculos antes del confinamiento) pero ahora mi atención decae, no llego a verlo completo, me falta el calor del encuentro. La mirada fija del cuentacuentos en un punto ciego, que no logro descifrar a quién mira, a quién le habla. Me distraigo preguntándome, quién mirará estos vídeos, será que se filman para un público genuino o será para que solo lo miren otros colegas. Tendrán miedo de desaparecer si no se muestran. Nunca tendré la verdad de esas respuestas y seguirán dándome vueltas por la cabeza, para distraerme del vídeo – cuento.
Entonces… ¿Cuál sería el lugar? ¿Para qué narrar en redes?
He encontrado una plataforma o mejor dicho una red social que se asemeja bastante a lo que pasa en nuestras funciones de cuentos y es la Historia enVivo por Instagram, porque la gente se va sumando, uno puede leer sus comentarios, también da la posibilidad de si surge alguna pregunta, referida al cuento, poder tomar la respuesta escrita, para enriquecer el relato, y todos pueden leer la respuesta, además del narrador. Y para mí lo más importante del Vivo de Instagrames queda la opción de borrarlo al terminar la transmisión o dejarlo colgado por tan sólo 24 hs. La motivación es saber que del otro lado hay alguien que nos ve y escucha, que espera cada martes el Ratito de cuentos Online y sobre todo las devoluciones por privado, donde las familias mandan sus audios, sus escritos con fotos de lo que sucede en ese «Ratito» en sus hogares. La inquietud es qué contar cada martes, algunas veces he realizado post para que la gente vote, otras anuncio unos días antes dando pistas sobre qué cuentos narraré. Eso es lo más complicado, porque sé que del otro lado hay niños pequeños, sus hermanos un poco más grandes, jóvenes, adultos, docentes, bibliotecarios y narradores. Tengo en claro que esto durará lo que perdure el aislamiento.
Me pregunto que resultados han tenido los Festivales Internacionales trasmitidos por Zoom o por Vivos de Facebook. Narradores sentados desde sus sillones o sillas de sus casas. Qué finalidad tienen y para qué público son pensados, cómo medir todo esto, no? Tendrán financiación? Quién se beneficia? Se venden a las escuelas? Nos favorece tanta exposición? Yo no encuentro respuestas. Si alguien las tiene, espero leerlas en los comentarios. Este tema da para seguir pensando y reflexionando. Seguramente pronto habrá otra publicación para seguir profundizando.
Vamos terminando…
Un gran narrador es aquel que sabe observar, saber ver, para luego poner en su voz, las palabras para describir y contar lo que sucede. No solo narramos literatura. En estos tiempos creo que lo mejor es aprovechar los espacios virtuales para contarnos la vida misma, anécdotas cotidianas, observar por ejemplo que está pasando en casa, y a fuera, cuando vamos a hacer las compras. Para que quede testimonio. Para cuando salgamos todos para cuando podamos darnos el abrazo y nos reconozcamos como más humanos.