Claves para, Escuela de narración oral - Cursos, Narración oral, Nota, Referentes de la narración oral

Apagar la pantalla para encender la imaginación: ¿Por qué contar cuentos a viva voz, hoy?

En un mundo donde todos —¡sí, todos!— parecemos vivir con un rectángulo brillante pegado a la mano, contar cuentos a viva voz puede sonar como una práctica en extinción. Pero acá estamos los narradores orales, tercos, apasionados, creyendo (y demostrando) que contar historias no es cosa del pasado… ¡es un acto revolucionario del presente!

Contar cuentos hoy es resistir. Es mirar a los ojos. Es apagar pantallas para prender fueguitos en la imaginación. (Sino mira las fotos que te comparto de la Feria del Libro en Maipú 10/7/2025 cuando estaba presentando mis espectáculos)

Y no importa si tenés 4, 40 o 84 años: una buena historia, contada con el cuerpo, la voz y el alma, sigue haciendo magia. Porque sí, todavía nos gusta que nos cuenten. Que alguien nos mire de frente y diga: “Esto que te voy a contar te va a tocar el corazón”… o al menos, te va a hacer reír, que ya es un montón.

¿Por qué vale la pena contar cuentos a viva voz?

🎤 Porque une. En la narración hay presencia real. No hay WiFi ni filtros, pero hay mirada, hay pausa, hay risa compartida. Hay humanidad.

🧠 Porque despierta la imaginación. Mientras las pantallas te lo dan todo servido (colores, efectos, música, ¡hasta qué cara poner!), la narración oral te invita a crear tu propia película mental. Y spoiler: es mucho más emocionante.

🗣️ Porque mejora el lenguaje y la escucha. Cuando escuchás un cuento, tu cerebro se afila: aparecen palabras nuevas, giros que te sorprenden, silencios que dicen más que mil tuits o scroll. Y sin darte cuenta, estás entrenando algo que escasea hoy: la paciencia para escuchar.

🌱 Porque transmite valores y cultura. Los cuentos que contamos llevan lo que somos, lo que heredamos, lo que queremos seguir sembrando. Son semillas que germinan en quienes escuchan.

📵 Porque necesitamos desconectar para reconectar. Apagar el celular para prender la voz es casi un acto de fe. Fe en que una historia puede tocarnos, movernos, cambiarnos. Y sí, lo hace. ¡Vaya si lo hace!

💬 Y porque, seamos sinceros, una historia bien contada es un viaje sin pasaje, una peli sin pantalla, un abrazo sin contacto físico… pero igual de potente.

Entonces, la próxima vez que sientas que todo gira demasiado rápido, que no podés despegarte del teléfono o que los más chicos están absorbidos por dibujitos que repiten «bananaaa» mil veces por minuto, hacé la prueba: contá un cuento. Y más en estos día que comenzaron las vacaciones de invierno (Por lo menos acá en mi provincia: Buenos Aires, Argentina)

Con tu voz, con tus palabras, con tu estilo.

Quizá te escuchen. Quizá se queden con ganas de más.

Quizá, sin darte cuenta, hayas sembrado otra historia que mañana alguien se anime a contar.


Es tu hora…

¿Y vos?
¿Qué historia estás necesitando escuchar hoy? ¿Te gustaría aprender a narrar como un campeón o campeona?

Entonces date una vuelta por mis cursos y seminarios para comenzar. Clik aquí

Hasta la próxima entrega, narradores, narradoras de la vida. Que nunca nos falten las palabras dichas al oído.

Y por si no te enteraste cada jueves subo un nuevo episodio al Podcast Voz y cuento arte al narrar historias que cobran viva por Spotifay

Puntuación: 4 de 5.